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El despunte es una técnica tan útil que cualquier cultivador debe dominarla. Se puede realizar una vez o varias, pero siempre en la fase de crecimiento, pues si se realiza en la floración puede tener efectos perjudiciales, retrasando el inicio de la floración o reduciendo la cosecha. La versión más básica se hace en la punta principal de la planta y potencia el crecimiento de las ramas laterales, así como la aparición de dos ramas para sustituir a la principal. También puede realizarse en el resto de las puntas de la planta, y en cada lugar donde se haga aparecerán dos brotes para sustituir al eliminado. Esta técnica es también extremadamente útil para la preparación de una planta madre: partiendo de la planta joven o de un esqueje se van haciendo despuntes sucesivos. Se empieza por el brote principal, un par de semanas después se despuntan las dos ramas que han brotado del primer despunte, y así sucesivamente para crear una estructura en forma de candelabro que será capaz de proporcionar un gran número de esquejes a partir de una sola planta.
"La técnica del enmallado permite que todos los cogollos se desarrollen a la distancia óptima de la lámpara"
La técnica FIM es un acrónimo de la expresión en inglés Fuck, I missed!, que se podría traducir como ‘¡Coño, la cagué!’, y hace referencia a la forma en que fue descubierta. Cuenta la leyenda que un cultivador, intentando hacer un despunte clásico, cortó un poco más arriba de lo que pretendía y, en lugar de cortar entre dos nudos y eliminar el brote superior completamente, realizó un corte por el medio del brote, quedando la base de este unida a la planta. Lo dejó así y unos días después descubrió que, en lugar de rebrotar dos puntas para sustituir a la punta cortada, aparecían cuatro. Esta técnica, si se hace bien, favorece la aparición de más ramas de lo habitual, entre tres y ocho, frente a las dos que brotan tras un despunte clásico. No siempre sale a la primera, pues hay que saber por dónde cortar exactamente, pero, por lo general, tras un periodo de práctica, se acaba dominando.
Un sistema curioso y de nombre divertido es el lollipopping o técnica del chupachups, que consiste en quitar todos los brotes bajos de cada rama dejando solo los de la parte superior para potenciar la formación de un cogollo grande en cada rama. Como es evidente, el nombre viene del aspecto final que tiene cada rama: un tallo largo y desnudo coronado por un grueso cogollo, igual que un chupachups. La ventaja más importante es que toda la energía de la planta se concentra en los lugares con mejor iluminación, mientras que aquellos más alejados de la lámpara y donde la luz llega peor se pelan de brotes para que no chupen energía. Otro beneficio derivado del lollipopping es que, al quedar las zonas bajas libres de hojas y brotes, la circulación de aire se mejora mucho y la incidencia de hongos se reduce. Además, la labor de cosecha y manicurado se facilita y se acelera, pues no hay que perder tiempo con pequeños cogollos que apenas aportarán peso y todo el trabajo se concentra en las puntas de mayor tamaño y calidad. Para efectuar esta técnica hay que usar una tijera limpia y afilada, para que los cortes cicatricen bien y decidir cuánta parte de cada tallo dejaremos desnuda. Esto depende en buena medida de cada variedad y del tamaño que tenga la planta. Por lo general, la parte mejor iluminada suelen ser los 40-60 cm más cercanos a las lámparas, así que los cultivadores limpian todo lo que haya por debajo de este espacio.
"El lollipopping consiste en quitar todos los brotes salvo los de la parte superior para potenciar la formación de un cogollo grande en cada rama"
El supercropping es muy utilizado por los cultivadores de interior que intentan formar sus plantas para que ocupen el espacio disponible de la forma más homogénea posible. Una vez las plantas empiezan a florecer, ya no se debe usar el despunte como método de formación por sus efectos sobre la floración pero, como las plantas siguen creciendo, es necesario a veces usar esta técnica para evitar que las puntas se estiren demasiado en dirección a la lámpara. Con el supercropping, en lugar de cortar una rama, esta se dobla por el punto deseado para mantenerla a la altura necesaria. El procedimiento hay que realizarlo con mucho cuidado, chafando el tallo entre los dedos hasta que se oigan crujir las fibras de su interior y se pueda doblar fácilmente pero sin llegar a romperlo. Inmediatamente después de realizar este chafado, la rama se doblará por ese punto formando un ángulo agudo y parecerá que la punta queda hacia abajo. Sin embargo, en dos o tres días la planta cicatrizará la herida reforzando el tallo y la punta recuperará tono y empezará a crecer, primero en horizontal y luego irá redirigiéndose hacia arriba. El procedimiento se puede repetir tantas veces como sea necesario para mantener la rama en la posición deseada. Si se efectúa sobre todas las ramas de una planta es posible crear una copa muy extensa, plana y horizontal, en que todos los cogollos se encuentren a la distancia óptima de la lámpara y puedan, por tanto, aprovechar al máximo la luz.
La técnica del enmallado, también conocida como scrog, que son las siglas de screen of green (‘la malla verde’, en inglés), permite domar las plantas para que todos los cogollos se desarrollen a la distancia óptima de la lámpara. Para lograrlo, se coloca una malla o red paralela al suelo a unos 30-40 cm por encima de la superficie de las macetas y conforme los brotes y ramas de las plantas la van atravesando se vuelven a meter por debajo de ella logrando que se vayan enredando en la malla y cubriéndola completamente. El cultivador puede ir dirigiendo y enredando los brotes para que toda la malla esté cubierta por igual. Este proceso se lleva a cabo durante la fase de crecimiento vegetativo y también durante las dos o tres primeras semanas de la floración. A partir de ese momento se dejan de enredar y se permite que los cogollo crezcan y se desarrollen a partir de la malla. La lámpara se coloca a la distancia óptima para que todos los cogollos reciban una intensidad de luz perfecta para el desarrollo. La principal ventaja de este sistema es que unos cogollos no dan sombra a los otros y todos se desarrollan por igual. Es importante eliminar completamente todo el crecimiento que hay por debajo de la malla, ya que esta parte no va a recibir apenas luz y así se favorece una buena aireación del cultivo, con lo que se evitará la proliferación de hongos.