Limpiar las plantas de sales minerales acumuladas
El truco de regar solo con agua durante una o dos semanas antes de la cosecha tiene un doble objetivo: por un lado, obliga a la planta a alimentarse de los nutrientes que tiene acumulados en sus tejidos, por lo que los cogollos quedan más limpios y tienen mejor sabor; por otro, las sales que se han ido depositando en el sustrato deben ser eliminadas y arrastradas con el exceso de agua que sale por los agujeros de drenaje de la maceta. Cuantas menos sales queden en la tierra, más fácilmente se eliminará el exceso de nutrientes de las hojas y las flores.
A la hora de lavar las plantas, no solo se trata de no abonar durante las dos últimas semanas, también conviene empezar el proceso con un gran riego de agua sola pero con el pH ajustado a 5,5-6,0. Un consejo para lograr la máxima limpieza del sustrato es regar las plantas abundantemente hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje, esperar una hora y repetir el riego. El primer riego ayuda a disolver las sales solidificadas y el segundo, las arrastra.
Este primer riego lo duplicamos, pero los siguientes no los haremos hasta que la tierra se haya secado bastante. Si nos pasamos con la frecuencia de riego precisamente en las últimas semanas de floración, aumentamos el riesgo de que les falte oxígeno a las raíces, algo que puede provocar crecimiento bacteriano e impedir su correcto funcionamiento. En otras palabras, el riego excesivo puede causar muchos problemas.
Acelerar la floración
"Si nos pasamos con la frecuencia de riego precisamente en las últimas semanas de floración, aumentamos el riesgo de que falte oxígeno en las raíces"
En zonas lluviosas, donde el frío llega pronto o si hemos plantado una variedad sativa de esas que no se acaba de madurar hasta finales de noviembre y queremos adelantar la fecha de cosecha, lo mejor que podemos hacer es alargar la duración de las noches. Cuando la planta detecta que la noche dura 14 h, florece más rápidamente que si dura 12 h.
El mayor problema de esta técnica es que, para que funcione bien, la noche debe ser completamente oscura y sin interrupciones. Si las plantas están en un invernadero, lo cubriremos con un plástico negro de forma que no entre nada de luz dos o tres horas antes de que se ponga el sol. Si las plantas están en macetas, se pueden trasladar a una habitación o garaje en completa oscuridad y no sacarlas hasta la mañana. No vale con hacerlo un día, hay que ser constante y siempre hacerlo a la misma hora. Cuanto antes empecemos, más se acortará la floración. Si lo hacemos desde el primer día de la floración, las plantas pueden estar listas para cosechar en siete u ocho semanas.
Acelerar la manicura
Tras la cosecha hay que manicurar las plantas. La manicura tiene dos pasos: primero, se eliminan todas las hojas grandes que salen directamente de los tallos y ramas, después, hay que recortar todas las hojas que sobresalen de los cogollos para dejarlos redondeados y aumentar la proporción de flores respecto a hojas. Lo ideal es conseguir un cogollo compuesto casi exclusivamente por flores.
El proceso de manicura es muy lento y, si se hace meticulosamente, puede llevar hasta una hora por cada 100 g de cogollos secos (lo que equivale a 400 g de cogollos frescos, aproximadamente). En una plantación mediana hacen falta muchas horas para manicurar bien todos los cogollos. Una forma de adelantar trabajo para que el día de cosecha no sea tan largo es hacer buena parte del primer paso en las semanas anteriores. Hay que ir cortando las hojas poco a poco, empezando por las más grandes, ya que son las que más sombra hacen, y continuar por las de tamaño medio.
Este sistema tiene una ventaja añadida, y es que aumenta la cantidad de luz que llega a los cogollos más bajos e inmaduros, ayudando a que acaben de engordar y madurar. También facilita la ventilación general, lo que reduce el riesgo de aparición de hongos, especialmente oídio y botritis.
Cosecha ultrarrápida de emergencia
Imaginemos que un día, cuando falta una semana para la cosecha, vamos a revisar las plantas y descubrimos que hay botritis en el interior de varios cogollos. La botritis es un hongo terrible capaz de destruir un cogollo en pocos días y de extenderse por toda una plantación en poco más. A estas alturas de la floración, no hay mucho que podamos hacer para detenerlo, puesto que ya no se pueden fumigar fungicidas porque quedarían restos tóxicos en los cogollos. ¿Qué haremos? El consejo sería cosechar las plantas inmediatamente. “Sí –me contestas–, pero es un martes por la tarde y mañana tengo que estar en el trabajo a las ocho, no tengo tiempo de cosecharlas hasta el fin de semana!”. Así que pondremos en marcha el sistema de cosecha ultrarrápida de emergencia.
"El proceso de manicura es muy lento y puede llevar hasta una hora por cada 100 g de cogollos secos"
Empezaremos preparando el secadero inmediatamente: dispondremos cuerdas para colgar las plantas o tendederos plegables de ropa, colocaremos un ventilador oscilante encendido a potencia media y empezaremos a cortar las plantas, rama a rama. Revisaremos los cogollos y, si están infectados de botritis, los dejaremos aparte; habrá que limpiarlos antes de ponerlos a secar, pero primero nos ocuparemos de todos los cogollos que no están infectados. Si tenemos tiempo, quitaremos las hojas más grandes de cada rama pero también podemos colgarlas con todas las hojas. Procuraremos que las ramas no se toquen entre sí para que el aire del ventilador pueda circular bien entre ellas. Necesitaremos que la humedad ambiental sea baja, como mínimo por debajo del sesenta por ciento. Si no es así, tendremos que poner un deshumidificador, si lo tenemos, en el secadero. Si no lo hay, usaremos un calefactor para elevar la temperatura del cuarto, lo que reduce la humedad y también acelera el secado.
Una vez hayamos cortado y colgado todas las ramas con cogollos sanos y sin infección de botritis, tenemos que dedicarnos a trocear los cogollos con hongos y tirar a la basura todo el material infectado, dejando solo los trocitos de cogollo sin rastro de botritis. Estos trozos los tendremos que poner a secar extendidos sobre una malla o encima de papel de periódico; intentaremos extenderlos bien para que no se toquen entre sí. Hay que colocarlos en otra habitación para que no vayan a infectar a los sanos, pues por mucho que los limpiemos seguro que tendrán esporas. Además, les daremos la vuelta todos los días para que se sequen por todos lados.
Los cogollos sanos secados de emergencia se manicurarán una vez secos. El inconveniente es que es un proceso más lento que manicurarlos en fresco, pero la ventaja es que no corre prisa, se pueden manicurar a lo largo de un par de semanas o más sin problemas. Solo deberemos asegurarnos de que no se rehumedecen. Una vez manicurados, ya podremos guardarlos en botes herméticos, donde se conservarán bien largo tiempo.