Una de cal y otra de arena es una clásica frase que se repite en Argentina para referirse a la alternancia de algo bueno y algo malo. Y esto mismo es lo que está pasando con respecto al cannabis en el país del fin del mundo. Días después de que el gobierno de Javier Milei confirmara la continuación de la Agencia Regulatoria del Cáñamo y el Cannabis Medicinal, la gestión libertaria anunció que habrá cambios en el principal derecho conquistado por el activismo y que ahora está cada vez más restrictivo: el Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN), que permite el autocultivo de cannabis y la tenencia en la vía pública de hasta 40 gramos de cannabis o seis frascos de aceite medicinal.
En la habitual conferencia de prensa que realiza cada mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni, dijo que “Se comenzaron a revisar los requisitos de inscripción en el registro de productores de cannabis, popularmente conocido como el Reprocann. Se detectó que en la gestión anterior se emitieron más de 90 mil solicitudes sin diagnóstico basados en la evidencia científica”, aseguró Adorni sobre un cambio de rumbo con respecto a los permisos de cultivo de cannabis y que ya tuvo su antecedente la semana anterior cuando el Instituto Nacional de Semillas emitió una resolución para suspender la inscripción de nuevos criadores de variedades.
En un comunicado oficial, el Ministerio de Salud aseguró que se está avanzando “en la revisión del Reprocann. Bajo el amparo de la ley 27.350 destinada a la investigación del uso medicinal del cannabis se aprobaron durante la gestión anterior solicitudes de inscripción de manera muy laxa, desvirtuando el espíritu de la misma. Se encontraron más de 90 mil solicitudes de personas físicas sin diagnósticos con evidencia científica suficiente”, dijeron desde la cartera sanitaria.
El Reprocann se creó en noviembre de 2020, cuando el gobierno anterior creó una segunda reglamentación de la ley de cannabis medicinal que legalizaba el autocultivo, cultivo solidario y cultivo en red para fines terapéuticos. Se trata de un sistema que funciona bajo la órbita del Ministerio de Salud donde los solicitantes necesitan de forma excluyente la aprobación de un médico para acceder al permiso del Reprocann. Desde su puesta en marcha se inscribieron más de 200 mil personas.
Los anteriores funcionarios sanitarios pusieron en marcha una plataforma que fuera flexible, tanto para no discriminar cannabinoides, como en la celeridad de la gestión del trámite, a pesar de que hubo períodos en los que las aprobaciones han tardado más de tres meses. Esto fue así por el pedido de las organizaciones civiles que forman parte del Consejo Consultivo del Ministerio de Salud, ya que existe una enorme cantidad de evidencia científica –sobre todo elaborada por el activismo desde la clandestinidad- que comprueba la eficacia del autocultivo para tratar diferentes patologías y la importancia de la interacción entre los distintos componentes de la planta, como cannabinoides y terpenos. Por eso, la afirmación de “la falta de evidencia científica” esbozada por el vocero Adorni es falsa. Hasta los cambios en el sistema, que aún no se han anunciado, el Reprocann establece que el seguimiento médico es el único requisito para obtener el permiso de cultivo de cannabis para uso terapéutico.
El anuncio del gobierno argentino ha generado una reacción inmediata por parte del activismo cannábico. “Nos obligan a entrar nuevamente en la ilegalidad, ya que para quienes no cuentan con dicho permiso –por el Reprocann-, la ley los penaliza entre cuatro y quince años de prisión”, dijo en un comunicado la Federación Cannábica Bonaerense. Además, varias organizaciones anunciaron una manifestación contra las intenciones del gobierno de restringir el acceso del cannabis, el próximo 20 de abril.
Desde el inicio del gobierno de Milei, hace más de cinco meses, se suspendieron por completo las nuevas autorizaciones y renovaciones del Reprocann. Se estima que hay más de veinte mil personas que están a la espera. La principal razón de la demora es que la gestión libertaria todavía no ha designado a los funcionarios del área. Por ello, ayer se reunieron las organizaciones que forman parte del Consejo Consultivo del Ministerio de Salud con respecto al cannabis medicinal y el secretario de Calidad en Salud nacional, Leonardo Busso. Según contaron algunos participantes de la reunión, el funcionario prometió que el sistema seguirá funcionando y que se está trabajando para mejorar los controles y la fluidez en los trámites.