Dos chamanes indígenas de Colombia y Perú fueron liberados días atrás de la cárcel de México, luego que se los apresara por ingresar al país los materiales para elaborar el brebaje de Ayahasca y que contiene la sustancia DMT. Se trata de una bebida alucinógena que es tradicional entre los pueblos originarios del Amazonas.
Uno de los liberados es Claudino Pérez Torres, un colombiano de 63 años que pertenece al pueblo amazónico Murui-Huitoto. Él es un curandero entre su comunidad y estaba preso desde el 8 de marzo de 2022, cuando fue detenido en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México porque llevó los extractos de las dos plantas necesarias para hacer el brebaje de ayahuasca. Él asistía al país azteca para brindar unos talleres sobre la preparación y compartir la bebida alucinógena en un ritual. La Fiscalía mexicana pidió una condena de 25 años de prisión por la introducción de narcóticos. Pero la Justicia finalmente dictó su sobreseimiento y, semanas atrás, el chamán volvió a Colombia.
El otro liberado se trata de Lauro Hinostroza, un chamán peruano del pueblo originario amazónico Shipibo-Konibo. Él estuvo preso desde septiembre de 2023 para presidir el Consejo Internacional de Medicina de los Pueblos Indígenas en México. Hay que recordar que el país azteca es otra meca de la medicina alucinógena y que fue retratado en por el antropólogo Carlos Castaneda. Pero Hinostroza tuvo la misma suerte que el chamán colombiano. Sin embargo, en marzo obtuvo la libertad. Desde ese momento trabaja como curandero en un local de medicina ancestral en México para conseguir el dinero para volver a Perú.
“En la curación, la herramienta de trabajo es la planta, la ayahuasca. En realidad, a nosotros nos detienen por pobres y curanderos. El delito es ser indígena”, le dijo Hinostroza, en diálogo con la agencia de noticias France24. En su país, Perú, la ayahuasca fue declarada Patrimonio Cultural por su conocimiento y uso practicado por las comunidades amazónicas.