pH y EC

El nivel de pH óptimo para las plantas de cannabis en exterior es entre 5,5 y 6,5. En interior se suele ser algo más preciso y se intenta mantener el pH entre 5,5 y 5,8 en sistemas hidropónicos y entre 5,8 y 6,0 en tierra. Los sustratos de cultivo ya suelen venir con el pH adecuado de inicio, pero, para que no se desajuste a lo largo del ciclo de vida de las plantas, es necesario controlar siempre el pH del agua de riego y del agua abonada. El procedimiento correcto para ajustar el pH de la solución nutriente es ajustarlo primero en el agua, añadir a continuación los nutrientes y volver a ajustar la mezcla. Cuantas más sales tiene el agua del grifo más cuesta cambiar el pH y mayor cantidad de ácido (pH -) o base (pH +) habrá que añadir. Es importante medir con precisión el pH, para lo que resulta imprescindible un medidor digital. Las tiras de papel reactivas no son muy fiables para medir con precisión. A la hora de añadir ácido o base hay que hacerlo poco a poco, en cantidades muy pequeñas, y revolver a continuación muy bien la solución nutriente, dándole un poco de tiempo para que el pH se estabilice.

El nivel de EC muestra cuántas sales lleva la solución nutriente, es decir, la suma de las sales que ya están en el agua más los fertilizantes añadidos. En general, el cannabis soporta bien hasta una EC 2,0, aunque algunas variedades pueden con más y otras necesitan menos. Al principio y hasta que se controle bien cuánto aguanta la planta, mi consejo es usar EC 0,5 en plantas pequeñas, EC 1,0 en crecimiento y EC 1,5 en floración. La última semana de floración no habrá que usar abono y emplear la mínima EC posible; si tenemos agua de ósmosis inversa, con EC 0,0 será mejor.