Un dispensario coloca un porro con forma de puro bañado en oro por 10.000 dólares.

El dispensario de Diego Pellicer de Seattle, bastante conocido por allí, vendió un cannapuro que guardaba en el dispensario a un bróker del cannabis que se llama Justin Costello por 10.000$.

Aunque la compra es legítima y alguien soltó esa cantidad enfermiza de dinero por un canuto-como-un-puro parece que debajo hay cierto truco. Costello se dedica a manejar un fondo de inversión especializado en el mundo del cannabis y necesita meter ruido con compras de este tipo. La visibilidad es fundamental para su credibilidad, en este caso.

Leila Cannagar es la autora de este canuto enorme, gordo y dorado. La maría viene de la granja orgánica Gold Leaf Gardens, lo que hace esperar que el canuto fuese una delicia para los sentidos. La mandanga buena estaba sellada con hojas de marihuana. Sus canutos se valoran mucho entre los entendidos: una versión reducida de este cannapuro se vendió en San Diego por 3.600$.

Disfrútalo Justin y recuerda: puff, puff, pass.