Un grupo de investigadores de la Universidad McGill en Canadá han descubierto uno de los posibles mecanismos que contribuye a la capacidad del LSD para aumentar la interacción social. Estudios clínicos anteriores ya habían registrado la capacidad del LSD para mejorar la empatía y el comportamiento social en los humanos, pero se desconocía cuál o cuáles podían ser sus mecanismo de acción.
Para realizar el estudio, los científicos administraron una dosis baja de LSD a ratones durante siete días, resultando en un aumento observable en la sociabilidad de los roedores, que gracias a este estudio los científicos han relacionado con la acción de dos receptores cerebrales. Los hallazgos podrían ayudar a encontrar posibles aplicaciones terapéuticas en el tratamiento de enfermedades psiquiátricas como la ansiedad y los trastornos por consumo de alcohol.
“Este aumento de la sociabilidad ocurre porque el LSD activa los receptores de serotonina 5-HT2A y los receptores de AMPA en la corteza prefrontal y también activa una proteína celular llamada mTORC1”, explicó Danilo De Gregorio, becario postdoctoral en la Unidad de Psiquiatría Neurobiológica de McGill y primer autor del estudio. El AMPA es un receptor de glutamato, uno de los principales neurotransmisores excitatorios del cerebro, y el 5-HT2A es un receptor sobre el que actúan los psicodélicos clásicos como el LSD, la psilocibina o la mescalina.
“El hecho de que el LSD se une al receptor 5-HT2A ya se conocía. La novedad de esta investigación es haber identificado que los efectos prosociales del LSD activan los receptores 5-HT2, que a su vez activan las sinapsis excitadoras del receptor AMPA así como el complejo proteico mTORC1, que ha demostrado estar desregulado en enfermedades con déficits sociales como el trastorno del espectro autista”, dijo el profesor Nahum Sonenberg, coautor del estudio, para la nota de prensa.