El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se dirigió ayer al pleno de las Naciones Unidas en su 77ª Asamblea General celebrada en Nueva York para pedir con rotundidad el fin de la guerra contra las drogas y la protección de la selva amazónica y el medioambiente de su país y el resto del planeta. “Les propongo como presidente de uno de los países más hermosos de la tierra, y de los más ensangrentados y violentados, acabar la guerra contra las drogas y permitir que nuestro pueblo viva en paz”, dijo Petro ante la asamblea de mandatarios.
Desde que tomó posesión de su cargo el pasado agosto, Gustavo Petro ha declarado en más de una ocasión que la prohibición de las drogas ha sido un fracaso y que es momento de sustituir esa política prohibicionista basada en la represión por una política de prevención. Además de hacer hincapié en la necesidad de un cambio de política global sobre drogas, Petro aprovechó para reclamar un cambio urgente en materia climática.
“La causa del desastre climático es el capital. La lógica de relacionarnos para consumir cada vez más, producir cada vez más, y para que algunos ganen cada vez más produce el desastre climático [...] Desde las tierras de la selva y la belleza. Allí donde decidieron hacer de una planta selvática amazónica un enemigo, extraditar y encarcelar a sus cultivadores, les invito a detener la guerra, y a detener el desastre climático. Aquí, en esta Selva Amazónica, hay un fracaso de la humanidad.”, declaró Petro, quien hizo un llamamiento “a toda América Latina”, para dicho propósito y pidió ante la ONU que, si los países no piensan destinar fondos para la protección de la selva amazónica, que entonces se reduzca la deuda externa para que Colombia pueda usar sus propios fondos para esa misión. “Cambien deuda por vida, por naturaleza”, dijo al final de su discurso.
La apuesta de Petro como presidente incluye avanzar en la regulación del cannabis para uso adulto y acabar con la criminalización de los cultivadores de hoja de coca, con miras a un mercado regulado que también podría incluir derivados como la cocaína. Según ha afirmado en anteriores ocasiones, quiere aplicar una nueva política que no criminalice a los campesinos y comunidades indígenas, darles oportunidades de mejorar su desarrollo socioeconómico y revertir el daño que la guerra contra las drogas les ha causado.
Estos son algunos extractos de su discurso de ayer ante la ONU:
“Mi país es bello porque tiene la Selva Amazónica, la del Chocó, las aguas, las cordilleras de los Andes, y los océanos. Allí en esas selvas, se emana oxígeno planetario y se absorbe el CO2 atmosférico. Una de esas plantas que absorbe el CO2, entre millones de especies, es una de las más perseguidas de la tierra [...] es una planta amazónica, es la planta de la coca, planta sagrada de los Incas [...] Para destruir la planta de coca arrojan venenos, glifosato en masa que corre por las aguas, detienen a sus cultivadores y los encarcelan. Por destruir o poseer la hoja de la coca mueren un millón de latinoamericanos asesinados y encarcelan a dos millones de afros en la América del Norte.”
“¿Qué es más venenoso para la humanidad, la cocaína, el carbón o el petróleo? El dictamen del poder ha ordenado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida, así ella solo cause mínimas muertes por sobredosis, y más por las mezclas que provoca su clandestinidad dictaminada, pero, en cambio, el carbón y el petróleo deben ser protegidos, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad.”
“40 años ha durado la guerra contra las drogas, si no corregimos el rumbo y esta se prolonga otros 40 años, Estados Unidos verá morir de sobredosis a 2.800.000 jóvenes por fentanilo, que no se produce en nuestra América Latina. Verá millones de afros norteamericanos ser apresados en sus cárceles privadas”.
“El afro preso se convertirá en negocio de empresas carceleras, morirán asesinados un millón de latinoamericanos más, nos llenarán de sangre nuestras aguas y nuestros campos verdes, verán morir el sueño de la democracia tanto en mi América como en la América anglosajona. La democracia morirá allí en donde nació, en la gran Atenas occidental europea. Por ocultar la verdad, verán morir la selva y las democracias. La guerra contra las drogas ha fracasado.”
“Han aumentado los consumos mortales, de drogas suaves han pasado a las más duras, se ha producido un genocidio en mi continente y en mi país, han condenado a las cárceles a millones de personas, para ocultar sus propias culpas sociales le han echado la culpa a la Selva y sus plantas. Han llenado de sin razón los discursos y las políticas. Yo les demando desde aquí, desde mi Latinoamérica herida, acabar con la irracional guerra contra las drogas. Disminuir el consumo de drogas no necesita de guerras, necesita que todos construyamos una mejor sociedad: una sociedad más solidaria, más afectuosa, donde la intensidad de la vida salve de las adicciones y de las nuevas esclavitudes. ¿Quieren menos drogas? Piensen en menos ganancias y en más amores. Piensen en un ejercicio racional del poder.”
“La causa del desastre climático es el capital. La lógica de relacionarnos para consumir cada vez más, producir cada vez más, y para que algunos ganen cada vez más produce el desastre climático.”
“Desde las tierras de la selva y la belleza. Allí donde decidieron hacer de una planta selvática amazónica un enemigo, extraditar y encarcelar a sus cultivadores, les invito a detener la guerra, y a detener el desastre climático. Aquí, en esta Selva Amazónica, hay un fracaso de la humanidad.”
“Detrás de la adicción a la cocaína y a las drogas, detrás de la adicción al petróleo y al carbón, está la verdadera adicción de esta fase de la historia humana: la adicción al poder irracional, a la ganancia y al dinero. He aquí la enorme maquinaria mortal que puede extinguir la humanidad.”
“Les propongo como presidente de uno de los países más hermosos de la tierra, y de los más ensangrentados y violentados, acabar la guerra contra las drogas y permitir que nuestro pueblo viva en paz. Convoco a toda América Latina en este propósito. Convoco la voz de Latinoamérica a unirse para derrotar lo irracional que martiriza nuestro cuerpo. Los convoco a salvar la Selva Amazónica integralmente con los recursos que puedan destinarse mundialmente a la vida.”
“Si no tienen la capacidad para financiar el fondo de la revitalización de las selvas, si pesa más destinar el dinero a las armas que a la vida, entonces reduzcan la deuda externa para liberar nuestros propios espacios presupuestales y con ellos realizar la tarea de salvar la humanidad y la vida en el planeta. Lo podemos hacer nosotros si ustedes no quieren. Solo cambien deuda por vida, por naturaleza. Les propongo y los convoco a América Latina para ello, dialogar para acabar la guerra. No nos presionen para alinderarnos en los campos de la guerra.”