En primer lugar, debemos aclarar dos conceptos que la gente suele confundir. Una cosa son los antecedentes penales y otra los antecedentes policiales o la ficha policial que se abre por el hecho de haber sido objeto de una detención. Los antecedentes penales se tienen solamente tras haber sido ejecutoriamente condenado por un juzgado o tribunal de la jurisdicción penal, es decir, cuando ya hay una sentencia condenatoria que es firme. En el caso que nos planteas hay una sentencia, pero no es condenatoria y, por tanto, no da lugar a que se inscriba, en el Registro Central de Penados y Rebeldes, dependiente del Ministerio de Justicia, antecedente penal alguno. Pero si fuiste detenido sí consta tu ficha policial, que también puedes cancelar si sigues unos determinados trámites ante el cuerpo de la policía que practicó la detención. Para ello necesitas aportar una serie de documentos. En primer lugar, si no se ha prestado consentimiento para que la administración los verifique, deberá acompañarse a la solicitud la documentación que acredite dichos datos (DNI, NIE o pasaporte en el caso de los extranjeros que carezcan de NIE). En el caso de infracciones penales deberá aportarse, además, un certificado de antecedentes penales y una copia testimoniada expedida por el letrado de la Administración de Justicia de la resolución por la que se acuerde el archivo del proceso, de la sentencia absolutoria o, en caso de que la sentencia hubiera sido condenatoria, certificación en que se deje constancia de que se ha extinguido la responsabilidad penal por cumplimiento de la pena. También deberá adjuntarse una certificación que acredite este extremo cuando la extinción de la responsabilidad penal se hubiera producido por la prescripción del delito o por la concesión de un indulto.