Los metales pesados son un grupo de elementos químicos que se encuentran en la naturaleza y que, en concentraciones elevadas, pueden resultar tóxicos. Los más conocidos y peligrosos son mercurio, arsénico, cadmio y plomo, aunque hay otros que también son nocivos: cromo, bario, plata, selenio, antimonio, cobre, níquel y zinc. Estos elementos pueden estar presentes en el aire, el agua, el suelo o...