La avenida Kensington, en Filadelfia, ha sido descrita por autoridades como la zona cero de la epidemia de opiáceos que azota a Estados Unidos desde hace dos décadas. En el último año, este barrio ha visto la aparición de una nueva droga, el tranq o Xilacina, un sedante de uso veterinario que los camellos mezclan con el fentanilo.