Es realmente una pregunta muy interesante. Si bien es cierto que la doctrina Murray –elaborada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos– es ya del año 1996, incluso con un precedente en 1993, últimamente ha cobrado mayor vigencia porque cada vez somos más los abogados que recomendamos a los clientes no declarar o declarar solo a las preguntas del propio abogado. Y la Fiscalía ha tratado de responder a ello alegando la doctrina Murray, con el objetivo de que el silencio del acusado sea valorado como una prueba en contra. 

Sin embargo, el derecho a no declarar contra sí mismo y a la presunción de inocencia –ambos derechos fundamentales del proceso penal– impiden que se pueda basar una condena en la falta de declaración de un acusado. Esto no ocurre, ni puede ser así, bajo ningún concepto. A pesar de lo anterior, sí puede ocurrir que ante una serie de pruebas incriminatorias, que por sí solas apuntan a la autoría del acusado, la falta de explicación exculpatoria por parte del acusado pueda ser valorada como una confirmación de la acusación. 

Vamos a intentar poner un ejemplo. Si a una persona se le hallan en sus pertenencias 180 g de marihuana, una pequeña báscula de precisión y bolsitas autocierre listas para ser usadas, el fiscal ya tendrá elementos de prueba para considerar cometido el delito contra la salud pública. En este caso, si el acusado guarda silencio, efectivamente, confirma la presunción de que poseía la sustancia para su venta. En este caso, sería sin duda necesario dar una explicación sobre los hechos, diciendo que era para el propio consumo, que la báscula y las bolsitas autocierre las utilizaba para regular de forma responsable su consumo. Espero haber aclarado un poco esta compleja cuestión.