¿Nueva situación con el cambio de gobierno?
El sorpresivo cambio de gobierno en la Administración central del Estado puede suponer un cambio de rumbo en las políticas sobre el cannabis en España. Al contrario que el PP, el PSOE de los últimos años ha coqueteado con la idea de sumarse a un consenso parlamentario para legalizar el cannabis, o al menos regular las asociaciones de consumidores. A día de hoy, existen varias iniciativas parlamentarias en tramitación, aunque, en la práctica, paralizadas por las maniobras de los partidos conservadores.
Tal vez con los nuevos acuerdos estas iniciativas se desbloqueen y sigan adelante. Sin embargo, no parece que los consensos parlamentarios estén muy claros, ni que dentro del PSOE esta cuestión esté entre sus prioridades. Ahora bien, como indicas en tu pregunta, existe una posibilidad que sería una vía directa para la legalización de los clubes sociales de cannabis: retirar el recurso de amparo contra la Ley catalana n.º 13/2017, de 6 de julio, de las asociaciones de consumidores de cannabis. Esto mismo ya no se puede hacer con la Ley navarra, n.º 24/2014, de 2 de diciembre, de asociaciones cannábicas. Esta Ley ya fue anulada por la Sentencia del Tribunal Constitucional de 14/12/17, que la declaró nula por invadir competencias de la Administración central del Estado. Sin embargo, con la ley catalana sí que están a tiempo. Bastaría dar una orden a la Abogacía del Estado para que redactara un escrito y lo presentara ante el Tribunal Constitucional. A los pocos días se levantaría la suspensión sobre la ley, y volvería a ser vigente. Por esa vía, se legalizarían las asociaciones en Cataluña, y en pocos meses se aprobarían leyes similares en la mayoría de las comunidades autónomas. Además, el Govern de la Generalitat está exigiendo al gobierno del PSOE que retire los recursos contra las leyes aprobadas en el Parlament, por lo que la retirada de este recurso no es solo una exigencia del movimiento cannábico. Sin embargo, no creo que esta temática sea de las que más le preocupan al Govern de Quim Torra. Por otra parte, este movimiento sería muy complicado para el PSOE; le dejaría en manos de las críticas furibundas del PP, a tan solo un año de las elecciones generales.