¿Qué es la reducción de daños?

El servicio de análisis de sustancias de Energy Control es un ejemplo de políticas de reducción de daños. La idea central de estas estrategias de intervención en el ámbito de los consumos de drogas es que no persiguen evitar la oferta de drogas a través de la policía y el sistema penal, o su demanda a través de campañas de prevención. Las políticas de reducción de daños parten de la realidad de que las drogas van a seguir existiendo siempre, y que lo importante es que su consumo se haga de la mejor manera posible, esto es, reduciendo los daños que puedan causar o los riesgos de que se produzca algún daño. 

Aparecieron a finales de los ochenta para combatir el drama del contagio por VIH y otros problemas asociados al consumo de heroína por vía endovenosa, y han ido evolucionando a lo largo de estos años. Otros ejemplos de intervenciones son la metadona, los programas de intercambio de jeringuillas, las salas de consumo de menor riesgo (las mal llamadas narcosalas), los estands informativos con consejos de uso de las sustancias, los agentes de salud y los kits de naloxona, etc.