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¿Qué ocurre con las sustancias intervenidas en un piso compartido?

Estoy en un proceso penal y quiero acreditar que soy consumidor de cannabis y otras sustancias, ¿cómo puedo hacerlo?
Ilustración de Julio Fuentes
En el número de noviembre hablasteis de la entrada y registro en un piso compartido, y de si se podía entrar o no en las habitaciones que no eran de la persona sospechosa. Pero ¿qué ocurre con las sustancias que se encuentren en el piso, se entiende que son de todos, o cada uno responde de las que tiene en su habitación?
Anónimo

Esta es una pregunta muy interesante. La respuesta depende de diferentes factores o indicios. En el caso de viviendas compartidas por diferentes personas adultas, se tendrá que analizar caso por caso si las sustancias intervenidas pertenecen o no a todos ellos, o cada uno responde de lo que tiene en su habitación. Partimos del supuesto de que se encuentra sustancia en varias habitaciones, y de que son cantidades un poco elevadas. Si son cantidades pequeñas se entiende que son para el propio consumo, y no hay caso. La duda se plantea cuando en una de las habitaciones hay un quilo de marihuana, por ejemplo, y en las otras, gramos. La pregunta que hay que responder es si todos tenían control o dominio de todas las sustancias, o solo de las propias. Son diversos los elementos a tener en cuenta. Los más importante son dos: si se encuentra o no sustancia en los espacios comunes, y si las puertas están o no cerradas con llave o candado. Si en espacios compartidos hay sustancias similares a las habitaciones, y están a la vista, o en lugares accesibles, lo lógico será atribuirlas a todos los residentes, salvo que alguno de ellos pueda aportar alguna prueba convincente de lo contrario. Por otro lado, si las puertas están abiertas, de modo que las estancias son accesibles para todos, ello también puede conducir al tribunal a la conclusión de que todos los residentes tenían acceso a esas sustancias. Desde luego, si se comparte vivienda con personas de riesgo, por así decir, conviene poner un candado en la puerta y evitar por todos los medios que en los espacios comunes se puedan encontrar drogas o instrumentos para el tráfico. Otros indicios a valorar son más comunes, como tener medios de vida alternativos al tráfico de droga, no tener bolsitas de autocierre, básculas o libretas con nombres y cantidades. Será importante, finalmente, llevar abogados separados, cada uno en defensa de su propia versión de los hechos.

Gabriel Miró

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