Hay varios tipos de propagadores y, en función de cuál sea, se actúa de manera distinta. Los más sencillos son simples miniinvernaderos donde se colocan los esquejes para que enraícen. Los esquejes pueden ir plantados en cubos de lana de roca, cubos de turba tipo jiffys o macetitas con sustrato o con turba. Estos esquejes se trasplantan directamente a macetas una vez han enraizado suficientemente y se observan claramente las raíces, basta con hacer un agujero en el sustrato de la maceta e introducir el cubo de lana de roca o turba y cubrirlo con el sustrato. Si el propagador es de tipo hidropónico y los esquejes viven sin tierra mientras enraízan, simplemente con parte del tallo sumergido o continuamente mojado, el procedimiento es algo más delicado. Una vez se ven raíces hay que trasplantarlos a las macetas, pero conviene ser muy cuidadoso para evitar dañar las raíces.

Tras el trasplante hay que dejar que las plantas se vayan acostumbrando a su nuevo entorno y, para ello, conviene evitar colocarlas a pleno sol o con las lámparas muy cerca, al menos durante un par de días. En interior es recomendable proteger los esquejes de la brisa intensa de los ventiladores porque pueden deshidratarlos en pocas horas.

Las únicas plantas de cannabis de las que no se suelen sacar esquejes son las autoflorecientes, ya que, como no es posible mantenerlas en crecimiento, los esquejes siguen el mismo ciclo que la planta madre de la que vienen y se ponen a florecer enseguida. En cambio, las plantas F1 son ideales para mantener como madres y reproducir por esquejes, ya que estas conservan el vigor híbrido. Por tanto, si todos los esquejes los hacemos de plantas F1 crecerán igual de bien que sus madres. Según el catálogo de Gea Seeds, la Critical++ no es una variedad F1, ya que procede “del retrocruce de Critical+ por Critical+, obteniendo un ejemplar muy estable y fiable”. En realidad, un retrocruce es cruzar una planta con uno de sus ancestros para restablecer o reactivar los rasgos aportados por esa genética, por lo que el cruce de Critical+ por Critical+ no se puede considerar un auténtico retrocruce.

Una variedad F1 es el resultado de cruzar dos variedades de genéticas distintas (llamémoslas P1 y P2). Las semillas resultantes del cruce no solo suelen ser bastante homogéneas entre sí, mostrando rasgos intermedios entre los de P1 y los de P2, además, gozan de una característica llamada “vigor híbrido”, que hace que crezcan más y a mayor velocidad que las plantas de cualquiera de las dos variedades usadas como parentales. Este mayor vigor se debe a la mezcla de genéticas distintas, y solo está presente en la primera generación. Si se cruzan dos plantas F1 hermanas, por ejemplo, dos plantas obtenidas del mismo sobre de semillas, lo que se consigue es un cruce F2, que ya no goza de las ventajas de las semillas F1 ni en vigor ni en homogeneidad pero, por el contrario, habrá una mayor diversidad entre las características de las plantas, de manera que unas se parecerán más a P1 y otras a P2. Esto no es tan cómodo si se quiere un jardín de plantas idénticas, pero, por el contrario, es mucho más adecuado para escoger plantas especiales que usar para desarrollar nuevos híbridos.

En el caso de la variedad que tú cultivas, como es feminizada supongo que el criador de Gea Seeds habrá cruzado dos esquejes de su madre Critical+ entre sí. Cruzar una planta consigo misma se puede hacer hoy en día sacando un esqueje de una planta hembra y cambiándole el sexo para que brote flores macho, lo que se suele conseguir fumigándolo con tiosulfato de plata. Luego se emplea el macho de ese esqueje masculinizado para polinizar las flores hembra de la planta original. El resultado de esta técnica son las semillas feminizadas, es decir, las que solo dan lugar a plantas hembra. Esto sucede porque se cruzan dos hembras y, por tanto, no hay genética macho que pueda hacer que algunas de las semillas den lugar a plantas masculinas.