Pocas o muchas plantas
Haces una muy buena pregunta. El tamaño de las macetas y la densidad de plantación son muy importantes a la hora de diseñar un cultivo. Cultivando en exterior a partir de semillas, las macetas deben ser de al menos 20 l. Con ese tamaño mínimo de macetas, en una espacio de 2x2 m, como mucho pondría nueve plantas, pero seguramente el resultado sea mejor con seis plantas en macetas de 30 o 40 l. Los cultivos de veinte plantas por metro son de interior y se hacen con esquejes que se ponen a florecer con un tamaño muy pequeño, de 20-30 cm, algo imposible de hacer en exterior y con semillas. Las plantas grandes son más resistentes y más productivas, dan muchos menos problemas y requieren menos cuidados.
La forma de las plantas y la estructura de ramificación están relacionadas con la iluminación que reciben. Si las plantas crecen demasiado juntas, la luz no penetra bien hasta sus bases y eso ocasiona que se vayan estirando en exceso en busca de luz y al mismo tiempo pierdan las hojas más bajas porque la luz no llega. Al final, el resultado es que las plantas solo hacen cogollos en la parte superior y se desperdicia todo el crecimiento inferior. Además, como los tallos crecen débiles y excesivamente largos, luego no pueden aguantar el peso de los cogollos y se doblan o se quiebran. Si se siembran las plantas suficientemente separadas como para que el sol las ilumine por todos lados, desarrollan una estructura mucho más equilibrada, con ramas fuertes que se llenan de cogollos de buena calidad desde la base. Otra ventaja enorme de que las plantas crezcan separadas es que la ventilación es mucho mejor: el aire circula entre ellas y reduce la probabilidad de que aparezcan hongos como la botritis o el oídio.