Un ozonizador o generador de ozono es un aparato capaz de producir ozono, un gas formado por moléculas triatómicas de oxígeno (O3). Además, produce también iones negativos. El ozono es un gas muy inestable, puesto que reacciona con mucha facilidad, perdiendo un átomo de oxígeno y convirtiéndose en la molécula normal de oxígeno (O2). Los ozonizadores son un gran invento para acabar con los olores indeseados, ya que reaccionan con ellos, oxidándolos, junto con bacterias y otros microorganismos, con lo que limpian el ambiente y lo dejan libre de aromas. Hay ozonizadores de muchos tipos y potencias. Algunos se instalan dentro del conducto de extracción de aire y limpian el aire de olores conforme va circulando. De este modo, el aire no huele cuando sale al exterior. Otros modelos se cuelgan en la pared y actúan sobre el aire de la habitación. Se pueden poner dentro del cultivo o fuera de él, conectados a un programador para encenderlo y apagarlo varias veces al día o bien mantenerlo siempre encendido, dependerá fundamentalmente de la potencia del ozonizador. Si es poco potente tendrá que estar siempre encendido. La potencia se mide por los miligramos de ozono que producen cada hora, que oscilan entre los 5 miligramos de un aparato pequeño apto para un cuarto de baño o un indoor muy pequeño, hasta los 150 miligramos o más en uno potente capaz de limpiar todo el aire del circuito de extracción de un supercultivo. Si solo se usa para reducir el olor del secadero, se puede emplear uno pequeño o mediano. Salvo en dosis muy bajas, el ozono es tóxico para las personas y puede dañar los pulmones y las células olfativas. Gracias a que se degrada muy rápidamente, basta con que se ponga en marcha cuando no hay gente presente. Lo ideal es programar el ozonizador para que se apague una hora antes de entrar a la habitación en que está situado. No son aparatos que deban instalarse en las zonas comunes de la casa, es mejor ponerlos en el conducto de extracción o en el cuarto de cultivo, aunque este caso podría acabar reduciendo el aroma de los cogollos, sobre todo si se usa un ozonizador potente.

El generador de iones negativos o ionizador no es tan útil en la eliminación de olores como el ozono. Los iones negativos son útiles especialmente para eliminar la electricidad estática, evitar el polvo en el aire, el polen, etc. Reducen en parte el olor porque ayudan a que las moléculas aromáticas se depositen en el suelo o las paredes, pero no las destruyen como hace el ozono al oxidarlas.