Armario rectangular
El reparto homogéneo de la luz en un cultivo de interior es un elemento esencial para tener éxito. En general, cuanto más alta se sitúa una lámpara mayor es la zona iluminada por ella, pero menor la intensidad de luz que llega a las plantas. Siempre interesa que las lámparas estén lo más cerca posible de las plantas para que aprovechen la máxima intensidad de luz, pero no tan cerca que las plantas se quemen por exceso de temperatura. Las lámparas HPS de 400 se suelen colgar entre 20 y 50 cm por encima de las puntas de las plantas para que la luz sea lo suficientemente intensa, y a esa distancia iluminan bien un área desde 80x80 cm hasta 100x100 cm, que son las medidas habituales de los armarios de cultivo más pequeños. Los reflectores permiten cambiar, hasta cierto punto, la forma del área iluminada por la lámpara. Hay modelos cuyo ángulo de apertura se puede variar para que el haz de luz sea más o menos amplio, pero no creo que puedas llegar a iluminar 120 cm de anchura de forma homogénea con una lámpara de 400 W. Las plantas que estén situadas justo debajo de la bombilla recibirían una luz mucho más intensa que las que estuvieran en los dos laterales, lo que produciría crecimientos y comportamientos muy desiguales.
Se me ocurren dos formas de iluminar correctamente tu armario. La primera sería combinar la lámpara de 400 W con un Light Rail, que es un pequeño motor conectado a un raíl que se instala en el techo del armario. El motor mueve la lámpara lentamente a lo largo del raíl, lo que permite iluminar un área mayor y acercar más las plantas a la bombilla, pues al estar en movimiento no las quema. Las plantas de los extremos no recibirían menos luz porque la lámpara se desplazaría hasta ellas cada pocos segundos. Una ventaja añadida del Light Rail es que las sombras varían conforme la lámpara se mueve, por lo que los cogollos reciben luz desde distintos ángulos, algo que les sienta muy bien y permite que todos los cogollos de la planta alcancen un tamaño y desarrollo similar. La segunda solución a tu problema de iluminación consistiría en sustituir la lámpara de 400 W por dos lámparas más pequeñas, de manera que cada una ilumine la mitad de la superficie del armario, es decir, un cuadrado de 60x60 cm. Podrías usar dos lámparas HPS de 250 W o dos lámparas de ledes de 100-150 W. Aumentar el número de puntos de luz ayuda mucho a mejorar su distribución y a evitar la aparición de zonas de sombra y puntos calientes. Uses el sistema que uses, debes dedicar un tiempo a conocer cómo queda la iluminación dentro del armario. Hay varias aplicaciones de luxómetro para el móvil que permiten medir la luz con bastante precisión y te ayudarán a ver si hay zonas del cultivo peor iluminadas y cómo mejorarlas. Un elemento clave es forrar todas las paredes interiores con material reflectante como Mylar o plástico blanco. Este pequeño detalle solo aumenta unos pocos euros la factura del armario de cultivo y puede incrementar notablemente la cantidad de luz que llega a las plantas.