No es verdad que se pueda controlar el sexo de una planta añadiéndole ciertos nutrientes. En condiciones normales las semillas de cannabis producen un porcentaje más o menos similar de plantas macho y plantas hembra. Lo que sí es cierto es que se puede lograr un mayor porcentaje de hembras o machos alterando algunos factores, de modo que en lugar de un 50% de cada sexo, aparezcan más machos o más hembras. Un viejo estudio del banco de semillas Dutch Passion hace cerca de veinte años indicaba que se podía favorecer la aparición de plantas hembra alterando ligeramente las condiciones de cultivo durante las dos semanas siguientes a la brotación del tercer par de hojas.

Los factores que se deben alterar para conseguir más hembras son: aumentar la cantidad de nitrógeno que reciben las plantas y reducir la de potasio, incrementar la humedad ambiental, elevar la temperatura ligeramente y mantener las plantas relativamente separadas entre sí para que tengan espacio libre alrededor. En el manejo de la luz en los cultivos de interior también es posible introducir algunos cambios para aumentar la proporción de hembras, principalmente emplear luminarias con un espectro más azulado y fotoperiodos de crecimiento con un número no muy alto de horas de luz (16/8 mejor que 18/6). Pasadas estas dos semanas volveremos a las condiciones normales de cultivo.