Las variedades automáticas o autoflorecientes pueden crecer y desarrollarse en cualquier época del año siempre que las temperaturas sean lo suficientemente altas. Si la mayor parte de los días se acercan a los 20 ºC y por las noches no bajan mucho de 10 ºC, el clima es correcto. El problema de sembrar variedades autoflorecientes en otoño es que los días son muy cortos y la luz mucho menos intensa que la del verano. La poca luz provoca que las plantas no crezcan mucho y la producción suele ser baja. En función de la cantidad de sol directo que reciban y la temperatura a la que vivan, pueden dar una cosecha razonable o ridícula. En una terraza acristalada como la que quieres usar, las temperaturas suelen ser bastante altas durante el día y no bajan en exceso por las noches, lo que es una ventaja importante. Por otra parte, si está orientada al sur, la insolación es bastante alta, sobre todo ahora que el sol está tan alto como en verano. La producción de las plantas automáticas en otoño siempre es mucho menor que en verano, pero si las condiciones son favorables se pueden obtener cogollos de buena calidad. En último término, si se desea cosechar mayor cantidad solo es cuestión de poner más plantas.