Una lámpara de alta presión de sodio (APS) de 250 W es suficiente para una superficie de alrededor de 0,5 m2, es decir, un cuadrado de 70x70 cm o un rectángulo de 60x80 cm. En ese espacio cabe un número de plantas variable, según el tamaño de las macetas y las plantas, pero mi recomendación es poner de dos a cuatro plantas, seis como mucho. Usa macetas de 5 a 10 l de volumen y mantén la lámpara tan cerca de ellas como sea posible sin que la temperatura junto a las plantas suba de 25 o 26 ºC. 

Los focos de APS de 250 W dan una luz intensa adecuada para la floración y producen buenos cogollos, pero no tienen la capacidad de penetración de los modelos de 400, 600 o 1.000 W, por lo que las plantas deben mantenerse de pequeño tamaño. En el mejor de los casos, con una bombilla de 250 W se pueden iluminar bien los 40 o 50 cm superiores de las plantas; lo que esté más abajo no recibirá casi luz. Por tanto, si las plantas se hacen de 80 cm, la mitad inferior quedará convertida en un tallo sin hojas y solo la parte superior florecerá bien. Por eso hay que intentar poner variedades de pequeño tamaño y cambiar el fotoperiodo a floración mientras son aún de baja altura (pero frondosas y bien ramificadas) para que no se estiren demasiado. 
Una de las ventajas de las lámparas de 250 W es que desprenden bastante menos calor que los modelos de mayor potencia, lo que facilita cultivar en interior sin mucha parafernalia de extractores o aires acondicionados.