Caracoles come plantas
Los caracoles y las babosas son temibles para las plantas pequeñas, pero no suelen ser un problema una vez estas tienen un cierto tamaño. Por eso lo más recomendable es germinar las semillas en macetas pequeñas y no trasplantarlas al suelo hasta que tienen al menos dos o tres semanas. Cuando se trasplantan, se puede esparcir por el terreno un poco de cebo de caracoles, que son pequeños gránulos que los envenenan cuando se los comen. Si preferimos un sistema sencillo para matar los caracoles sin insecticidas, podemos enterrar un plato sopero en el suelo, de modo que el borde quede al nivel de la tierra, y llenarlo de cerveza. Los caracoles se sienten atraídos por el olor de la cerveza, se meten en el plato y se ahogan. Otro buen truco contra caracoles y babosas es dejar un trozo de cartón en el suelo del cultivo; por las mañanas, cuando le demos la vuelta, encontraremos muchas babosas y caracoles refugiados debajo. Otro buen truco es usar una barrera de ceniza alrededor de las plantas, ya que los caracoles no pueden pasar sobre ella. Como con la cerveza, la ceniza hay que renovarla después de cada lluvia.