Cómo cultivar bien en ‘indoor’
No se por qué no me crecen las plantas, se me quedan muy chicas. Quisiera saber cómo hacerlas crecer más.
La clave del cultivo de interior está en lograr un buen equilibrio entre todos los elementos. No me indicas en tu carta nada sobre el sistema de cultivo que utilizas ni el tipo de lámpara. Normalmente, cuando las plantas no crecen suele ser por una de estas dos razones: o tienen poca luz o tienen demasiado riego. Obviamente, hay muchas más razones que pueden provocar que las plantas no crezcan, pero es imposible saber cuáles ocurren en tu cultivo sin tener más datos. Por eso te explico los dos errores más frecuentes. El cannabis requiere mucha luz para crecer bien. Las bombillas habituales en las casas no emiten suficiente intensidad y se deben utilizar lámparas especiales, las más habituales son las de alta presión de sodio, aunque también sirven los fluorescentes y algunas lámparas de led especiales para cultivo. Cuando intentamos cultivar cannabis con lámparas no adecuadas lo más habitual es que las plantas acusen la falta de luz, se estiren mucho y crezcan débiles y con pocas hojas. La solución como es evidente pasa por usar las lámparas adecuadas y situarlas a la distancia correcta de las plantas. Una de las características de la luz es que su intensidad disminuye mucho con la distancia, de tal manera que al doble de distancia solo llega la cuarta parte de luz. Con lo intensa que es la luz de las lámparas de alta presión, no es raro que los cultivadores novatos las coloquen mucho más lejos de las plantas de lo correcto. En general, una bombilla de 400 W debería estar a unos 30 a 50 cm de las puntas de las plantas, mientras que una de 600 W, a 40-60 cm. Hay que poner las lámparas tan cerca de las plantas como sea posible, pero sin que la temperatura suba demasiado. Lo ideal es que las plantas vivan a 22-25 ºC para que puedan desarrollarse óptimamente. Los fluorescentes y las lámparas led emiten mucho menos calor que las lámparas de alta presión, por lo que pueden llegar a colocarse mucho más cerca, a solo cinco o diez centímetros de los cogollos.
El segundo error más habitual es regar las plantas en exceso. Preocupado porque a las plantas no les falte agua, el cultivador novato suele regarlas todos los días, lo necesiten o no. Con tanta agua, el sistema de raíces empieza a ahogarse por falta de oxígeno, las raíces se debilitan y cada vez pueden hacer peor su trabajo, por lo que aún absorben menos agua. La tierra debe pasar alternativamente por periodos secos y húmedos para que las raíces estén sanas. Es esencial, especialmente mientras las plantas son pequeñas y aún no tienen un gran sistema de raíces, no volver a regar las macetas hasta que la tierra esté bastante seca.