¿Cómo se limpian los bongs?

La resina es muy pegajosa y es inevitable que se manche el cristal en cuanto pegas unas cuantas caladas. Con los extractos se manchan bastante menos que cuando fumas directamente cogollos en el bong, pero, aun así, se ensucian en poco tiempo. La experiencia es mucho menos agradable en una pipa sucia que en una reluciente, por lo que todos los aficionados a fumar en cristal quieren tener los instrumentos impecables, pero nadie quiere dedicarle demasiado tiempo a la limpieza. Además, casi siempre acabas con las manos pringosas y malolientes.

Hace tiempo me contaron un truco que funciona muy bien y, desde entonces, no he vuelto a limpiar una pipa de otro modo. Es un sistema ideal para limpiar las pipas de cristal de borosilicato, que es el mejor material, pues es completamente inerte, pero no lo uses con pipas de plástico o madera, a las que puede no irles bien. Simplemente necesitas una bolsa de plástico con cierre Ziploc en la que quepa la pipa o el bong, alcohol y sal común. Mete la pipa en la bolsa, añade una o dos cucharas de sal (puedes usar sal fina, sal gruesa o una mezcla de ambas) y unos cien mililitros de alcohol de farmacia. Luego hay que cerrar bien la bolsa, agitarla un poco para que el alcohol humedezca todo el cristal y dejarla reposar unos diez minutos. Pasado este tiempo, y mientras sujetas la pipa con cuidado para que no se golpee con nada, empiezas a agitar la bolsa repetidamente para que la mezcla de sal y alcohol se pasee por toda la superficie. La sal no se disuelve en el alcohol y actúa como un estropajo, rascando la resina del cristal sin rallarlo y colándose por todos los rincones, incluso los más difíciles. En función del tamaño de la pipa o el bong puede ser necesario usar cantidades algo mayores de sal y alcohol. En cuestión de minutos, el alcohol disuelve todo el residuo y se pone de color marrón. Cuando ya no se vean restos pegados al cristal, se saca la pipa y se tira el líquido con cuidado de que no nos caiga en la ropa, pues mancha bastante y huele mal. A continuación, se enjuaga la pipa con agua del grifo y se seca con un trapo para evitar que queden marcas de gotas. También se puede enjuagar con alcohol limpio y luego dejarla secar bien al aire. Nunca hay que meter más de una pieza en la bolsa para que no choquen entre sí y se rompan. Si el bong tiene varias piezas, hay que limpiarlas de una en una, nunca juntas.

Otro elemento que se ensucia mucho son las rejillas metálicas que se colocan en las pipas para que la hierba no se cuele al aspirar. Suelen ser baratas y las podemos sustituir por poco dinero, pero tampoco cuesta nada limpiarlas con el mismo sistema del alcohol y la sal o quemar los residuos simplemente sujetándolas con unas pinzas y usando un mechero de los de tipo soplete para carbonizar completamente todos los restos. Una vez se enfrían les damos unos pequeños golpecitos y los restos carbonizados caen enseguida.