Conservación del aroma
Tengo un par de preguntas que tal vez puedas contestarme: ¿por qué huele tan distinta la hierba cuando se seca respecto a cómo olía cuando estaba viva?, ¿hay alguna forma de conseguir que se sequen manteniendo el olor de cuando estaban frescos? Me gusta mucho más el aroma de los cogollos frescos que el de los cogollos secos, es como si cambiaran totalmente. Gracias.
El aroma del cannabis no viene de los cannabinoides sino de los terpenos, que son moléculas aromáticas que hay en la resina. Existen muchísimos terpenos distintos; solo en el cannabis se han aislado más de un centenar, pero no son exclusivos de esta especie, los podemos encontrar también en muchos árboles, flores, arbustos y hierbas. Tienen distintas funciones: atraer a los polinizadores, mantener alejados a los herbívoros, proteger frente a hongos y enfermedades; actuar como repelentes de insectos. Además, la ciencia ha demostrado que muchos terpenos tienen diferentes efectos farmacológicos sobre nosotros: psicoactivos, estimulantes, relajantes, etc.
Cada terpeno tiene unas propiedades distintas, pero todos son volátiles, es decir, pueden evaporarse, algo esencial en una molécula aromática. Cada terpeno se evapora a una temperatura distinta: los más volátiles lo hacen a temperaturas bajas y los menos volátiles requieren temperaturas más altas. Además de evaporarse, los terpenos también pueden oxidarse, convirtiéndose en terpenoides, que tienen un aroma diferente del terpeno del que provienen.
Durante la floración, algunos terpenos se van evaporando de las glándulas de resina de los cogollos y son los que percibimos más claramente, los que le dan su olor particular a la planta fresca. Como los cogollos están en crecimiento y siguen brotando nuevas flores y nuevas glándulas de resina, la planta sigue fabricando más terpenos. Una vez cosechada la planta, durante el proceso de secado, los terpenos más volátiles son los primeros en evaporarse, pero como la planta ya no sigue produciendo resina no son repuestos. Al desaparecer los terpenos más volátiles, empezamos a notar el olor de los menos volátiles, que son los que quedan en la resina. Por eso el olor en fresco (terpenos más volátiles) es distinto del olor en seco (terpenos menos volátiles).
Para lograr que la hierba seca tenga un olor lo más parecido posible a la hierba fresca hay que mantener el secadero lo más fresco posible, de manera que se reduzca la evaporación de los terpenos más volátiles. Algunos cultivadores llegan a secar los cogollos en temperaturas realmente frías, lo que evita completamente la evaporación de estos terpenos con olor a hierba fresca. El único problema que tiene esto es que cuanto más frío hace, más cuesta que la hierba se seque, y se corre el riesgo de que se acabe enmoheciendo por permanecer demasiado tiempo húmeda. Para secar en frío sin problemas se recurre a un liofilizador, que congela el material y luego reduce la presión atmosférica en su interior para eliminar el agua sin perder terpenos. El inconveniente es que estos aparatos son muy caros, cuestan varios miles de euros, por lo que solo están al alcance de los profesionales.
Si quieres lograr resultados similares (nunca iguales) sin gastarte tanto dinero, puedes secar unos cogollos metiéndolos en la nevera, dentro de un recipiente hermético con cristales de sílice (que absorben la humedad). El secado se produce a pocos grados (3-4 ºC es la temperatura habitual de un frigorífico), lo que minimiza la pérdida de terpenos, pero no es fácil secar así toda una cosecha, es un sistema que solo vale para cantidades pequeñas de unos pocos cogollos. Una vez secos, si quieres conservar al máximo el aroma, guarda los cogollos en recipientes herméticos para que el oxígeno no oxide los terpenos, protegidos de la luz y a baja temperatura (en la nevera o el congelador).