La idea que tienes es hacer una cosecha mixta (interior/exterior) de primavera, creciendo las plantas en interior durante el invierno y sacándolas al exterior en primavera para que florezcan. Sin embargo, en tu planteamiento hay un error, mientras tienes las plantas en interior creciendo debes usar un fotoperiodo 18/6, ya que si usas un 12/12 las plantas empezarán a florecer enseguida, cuando aún son muy pequeñas. En este tipo de cultivos hay que tener muy en cuenta la temperatura exterior antes de sacar las plantas a florecer. Dependiendo de la zona donde vivas, la temperatura en marzo puede ser muy fría o bastante cálida. Para que el cultivo sea un éxito, las plantas no deben sufrir temperaturas muy frías durante la floración. Lo ideal es que la temperatura nunca baje de 10 ºC, pero si lo hace esporádicamente no es muy grave, siempre que no se llegue a temperaturas bajo cero, que podrían llegar a matar las plantas. El periodo en el que se pueden florecer las plantas es desde finales de febrero hasta finales de mayo. Antes de ese momento, los días son demasiado cortos y el sol muy débil como para que las plantas florezcan bien. En junio, los días ya son demasiado largos y las plantas paran de florecer y se ponen a crecer nuevos brotes, por lo que se estropean los cogollos. Según el clima y lo que tarde en florecer la variedad cultivada, las plantas se deben sacar al exterior entre mediados de febrero y finales de marzo, siempre teniendo en cuenta que deben estar listas para la cosecha antes de acabar el mes de mayo.

No todas las variedades de cannabis responden igual a este tipo de cultivo de primavera. Hay que tener en cuenta que las variedades sativas originarias de regiones ecuatoriales están acostumbradas a un fotoperiodo en el que la duración de los días y las noches apenas cambia a lo largo del año, manteniéndose siempre en torno a doce horas de día y doce horas de noche. Por ello, cuando los días se alargan por encima de trece horas, algo que en el centro de la península Ibérica acontece a mediados del mes de abril, las genéticas con mayor proporción de sativas pueden empezar a hacer cosas raras. No sucede con todas las sativas, puesto que algunas provienen de latitudes más alejadas del ecuador y, por tanto, menos sensibles a las variaciones en el fotoperiodo. Las índicas y afganas son las que suelen responder mejor a esta técnica de cultivo de primavera, tanto por su resistencia al frío como por su latitud de origen.