El valor de EC que hay que medir siempre es el de la solución nutriente, es decir, el agua con abono que vas a usar para regar, ya que es la que recibirán las raíces. Ajustamos el pH y la EC de la solución nutriente para que las raíces puedan absorber más fácilmente los nutrientes.

Sin embargo, el valor de EC del agua que sale por los agujeros de drenaje de las macetas también es importante y da una información muy valiosa al cultivador, aunque no es necesario medirlo tan frecuentemente. En general, las plantas toleran bien niveles de EC entre 0,5 mS/cm para las más jóvenes y débiles hasta EC 2,5 mS/cm para las variedades más resistentes en plena floración. Los niveles más habituales para las plantas de exterior son de 0,5 a 1,5 mS/cm.

Conforme avanza el cultivo y las semanas pasan, las plantas no se suelen comer todos los nutrientes que les aportamos con el riego y, sobre todo, si están en macetas, la EC del sustrato puede ir subiendo poco a poco. Midiendo la EC del agua de drenaje podemos hacernos una idea de cuántas sales hay acumuladas en el sustrato. Cuando consideremos que el nivel es demasiado alto –para mí, alrededor de 2 a 3 mS/cm–, podemos bajarlo con un buen riego abundante con agua sola sin abono. Es mucho más fácil bajar un poco la EC del sustrato que bajarla mucho, por lo que es recomendable hacer un lavado con agua sola al menos cada dos semanas para asegurarnos de mantener el nivel de sales bajo. Siempre que sea posible haz el lavado con el agua menos salina que tengas, idealmente con agua de lluvia o de un filtro de ósmosis inversa. También se puede usar el agua normal de riego en abundancia, sin abono y con el pH ajustado a 6.

Un sustrato excesivamente cargado de sales impide a la planta absorber correctamente el agua y los nutrientes y, en los casos más extremos, puede llegar a matarla. En cualquier caso, aunque la EC del sustrato no sea tan alta como para causar daños graves, siempre afectará al sabor final de los cogollos, ya que no será fácil que pierdan sus nutrientes acumulados si el suelo en el que viven rebosa sales minerales.