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Elaboración casera de compost

¿Cómo puedo fabricar mis propias enmiendas orgánicas en casa?; ¿hay forma de hacer compost y otros abonos orgánicos en el jardín sin necesidad de tener animales que produzcan estiércol? 

Anónimo

Después de contestar a la pregunta anterior me quedé pensando en que para muchos cultivadores puede ser complicado tener acceso a estiércol porque no viven en un entorno rural donde haya agricultores o ganaderos. En los centros de jardinería suelen vender estiércol, compost y humus de lombriz en sacos, pero suele tener un precio algo alto como para mejorar un trozo considerable de terreno. El precio por kilo sale mucho más barato si compramos cantidades grandes a granel, pero sigue siendo caro porque entonces nos lo tienen que traer con un camión. 

Si tienes un jardín puedes hacer fácilmente tu propio compost en un rincón. Busca un lugar más o menos sombreado, pues el compost necesita humedad para hacerse y así no tendrás que regarlo muy a menudo. La fabricación de compost permite reciclar los restos orgánicos del jardín y de la cocina, y producir tu propio abono orgánico y ecológico en casa.

Escoge si quieres hacer el compost directamente en un montón en el suelo o usar un contenedor o compostero. La ventaja de usar un contenedor es que el proceso es más rápido, se mantiene más húmedo y conserva mejor los nutrientes. Puedes comprar un compostador en una tienda de jardinería o fabricarte uno casero. Yo utilizo uno fabricado con varios palés de madera y lo tapo con una lona plástica para impedir que se moje en exceso cuando llueve.

Los materiales para compostar pueden ser de muchos tipos, pero deben ser una mezcla entre materiales ricos en nitrógeno y materiales ricos en carbono, en una proporción aproximada de 1 a 3 (tres veces más volumen de materiales ricos en carbono que en nitrógeno). Los materiales con nitrógeno favorecen la descomposición y la fermentación y aportan nutrientes. Los materiales ricos en carbono airean la mezcla y mantienen la estructura del compost. 

Materiales ricos en nitrógeno: restos de frutas y verduras de la cocina, malas hierbas, cáscaras de huevo (trituradas para que se descompongan mejor, agregan calcio al compost), posos de café y restos de té o recortes de césped (no uses demasiado césped y mézclalo muy bien con los materiales ricos en carbono para que no se compacte). 

Materiales ricos en carbono: hojas secas del jardín, restos de poda (sin ramas o troncos gruesos, salvo que los tritures), cartón o papel triturado, paja, plantas secas.

Evita añadir comida cocinada y excrementos de mascotas para que no se produzca mal olor y evitar que los animales silvestres o las ratas puedan resultar atraídos. Tampoco añadas plantas tratadas con pesticidas o cualquier producto químico que pueda ser perjudicial para los microorganismos que descomponen la materia orgánica y forman el compost. 

Crea el montón de compost o llena el compostero alternando capas finas de materiales ricos en nitrógeno con capas más gruesas (que tengan más o menos el triple de volumen) de materiales ricos en carbono. Riégalo hasta que esté moderadamente húmedo pero no empapado. Vigila periódicamente el grado de humedad y añade más agua si es necesario. Si has hecho un montón puedes cubrirlo con un plástico para reducir la evaporación del agua y que la humedad se conserve mejor; en un compostero, la tapa ya realiza esta función. Cuando llueva, especialmente si es una fuerte tormenta, es importante que el compost esté tapado para que el agua no arrastre los nutrientes. 

En pocos días debe empezar la fermentación, lo notarás porque el compost estará tibio al tacto, aunque en el centro puede alcanzar fácilmente 50-60 ºC. Cada dos semanas, con ayuda de una horca, debes revolver el montón para que el material del exterior pase al interior y el del centro al exterior. Así todo se descompondrá por igual. 

El proceso de compostaje dura de tres a seis meses, dependiendo de las condiciones, y es más rápido en épocas cálidas que cuando hace frío. Una vez listo tendrá un color oscuro, una textura suave y olerá bien (a bosque). Para que conserve todas sus propiedades, mantenlo protegido de la lluvia. Puedes esparcirlo por encima de la zona de plantación o mezclarlo con la tierra con ayuda de un motocultor. 

Profesor Cáñamo

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