Cada cosa tiene su ventaja. Las semillas se transportan bien, no llevan bichos y se pueden comprar a bancos de semillas con buena reputación para asegurarnos de que la genética que vamos a plantar es de calidad. Claro que también tienen inconvenientes. Si son semillas regulares, la mitad de las plantas serán machos y habrá que eliminarlos. Si son feminizadas, evitamos ese problema pero cada planta será ligeramente distinta, aunque sean todas de la misma variedad. Esto implica que unas serán más productivas, más potentes, más buenas o más rápidas que otras, por lo que el resultado final no será homogéneo ni demasiado predecible. 

Los esquejes, por su parte, tienen la enorme ventaja de que siempre son exactamente iguales que la madre de la que salen. Ventaja o inconveniente, según se mire, puesto que si la madre es mala todos los esquejes serán malos, o si la madre es débil también lo serán los esquejes. Por otro lado, si la fuente de los esquejes es una madre buena de verdad, toda la cosecha será fantástica y, al año siguiente, podremos volver a cultivar lo mismo. No sólo el colocón es igual, también la duración de la floración, la resistencia a las plagas y el resto de las características. 

Una buena solución es plantar esquejes y semillas. Con los esquejes garantizamos el resultado, mientras que las semillas siempre son una apuesta. Si una semilla se convierte en una planta espectacular, le sacamos un esqueje y lo convertimos en planta madre, añadiendo una nueva genética a nuestra colección de madres. 

Una técnica poco usada es multiplicar las plantas de exterior crecidas a partir de semillas por medio de esquejes. Con este sistema se germina un sobre de semillas, y en cuanto las plantas marcan el sexo, se sacan varios esquejes de cada hembra. Así, con un solo paquete de semillas se pueden cosechar docenas de plantas de esa variedad. Es una buena idea utilizar para esquejes las ramas más bajas de la planta. Estas ramas suelen recibir poca luz y hacen cogollos muy pequeños. Si las cortamos para esquejes, la producción total de la planta no disminuirá e incluso hará cogollos más grandes, ya que no perderá fuerza en florecer las ramas bajas.