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Extractos y su consumo

RRSS Profesor Cañamo

Me han regalado una pipa de agua con clavo de titanio para fumar extractos. Tengo varias preguntas. ¿Cuánto debo calentar el clavo?, ¿hasta que se pone al rojo? Los colocones son tremendos, a veces exagerados, ¿sabes si hay algún peligro? Me han hablado de un sistema para hacer BHO con una plancha para el pelo. ¿Cómo funciona?, ¿es tan potente como el BHO normal?

Roberto

La temperatura del titanio al rojo es excesiva para la vaporización de extractos. Es verdad que el clavo de titanio se calienta con un mechero de tipo soplete hasta que se pone literalmente de color rojo, sin embargo, en los segundos que pasan mientras el consumidor apaga y deja el soplete en la mesa, coloca en la pipa la cúpula de cristal, coge la muestra de extracto y finalmente la deposita en el clavo para vaporizarla, se enfría lo suficiente como para ya no estar al rojo vivo.

Los extractos cannábicos son preparaciones extremadamente potentes que pueden alcanzar concentraciones de THC de más del 80%. Su consumo mediante pipas de agua y clavos de titanio permite ingerir una enorme cantidad de THC de golpe: se puede inhalar el equivalente a varios porros en una sola calada. Estas dosis brutales provocan un efecto psicoactivo fortísimo y muy rápido que puede sorprender incluso al fumeta más recalcitrante. Los clásicos efectos de mareo, paranoia o malestar que resultan relativamente frecuentes cuando se consumen los primeros porros, pueden aparecer en consumidores muy experimentados. Los efectos secundarios derivados del consumo de cannabis se potencian con dosis tan elevadas, la tolerancia sube con gran rapidez y en poco tiempo el consumidor ya casi no obtiene efecto de un porro normal, por lo que recurre a los extractos continuamente. Para reducir la tolerancia solo hace falta dejar de fumar una semana, pero muchos consumidores no lo hacen, solo siguen aumentando las dosis. En mi opinión, es mejor usar los extractos tan potentes con cuidado, midiendo bien las dosis para no elevar la tolerancia en exceso y dejando su consumo para momentos especiales, no para cada día.

Rosin es el nombre del extracto que se fabrica con una plancha para el pelo. Es una técnica muy sencilla que emplea el calor y la presión para licuar la resina de un cogollo y “exprimirla” fuera de este. El sistema consiste en introducir un pequeño cogollo dentro de un trozo de papel de horno doblado por la mitad y prensarlo durante unos pocos segundos con la plancha caliente. El tamaño de la plancha, sobre todo su anchura, determinará el tamaño máximo de cogollo que se puede emplear, pero, en general, sirven los que tienen una talla de entre uno y dos centímetros de diámetro. Si el material disponible está formado por cogollos más grandes, hay que dividirlos en trozos más pequeños. Los resultados son óptimos cuando los cogollos están bastante secos pero aún conservan suficiente humedad como para no deshacerse con la presión, ya que los pequeños trocitos de hoja ensuciarían el extracto. Se calienta la plancha a un temperatura de entre 150 y 200 ºC. A mayor temperatura la extracción es más rápida, pero el aroma del extracto es peor porque se pierden algunos terpenos. Con temperaturas bajas hay que prensar varias veces cada cogollo para extraer toda la resina. El papel de horno doblado y con el cogollo dentro se coloca en la plancha y se prensa durante unos cinco segundos. Pasado este tiempo se extrae de la planta y se abre el papel. El cogollo prensado tendrá a su alrededor un anillo de gotitas de resina. Se aparta el cogollo y, con la ayuda de un palito o una cuchilla de afeitar, se va recogiendo y juntando todo el extracto. La principal ventaja del extracto Rosin es que no requiere utilizar butano, por lo que se evita el riesgo de explosión asociado a la producción de BHO y la necesidad de purgar bien el extracto para eliminar los restos de gas. La técnica Rosin es muy recomendable para el consumidor doméstico que solo necesita una pequeña cantidad de extracto ocasionalmente.

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