Los hongos se cuentan entre los peores enemigos del cannabis, ya que atacan en uno de los momentos más delicados, cuando los cogollos están casi maduros; la misma densidad con la que crecen las flores facilita la germinación y el desarrollo de botritis, oídio y otros hongos. Los hongos se contagian y se reproducen con una gran rapidez, pues fabrican esporas por millones y, como estas son tan pequeñas, flotan en el aire y llegan a cualquier sitio. La probabilidad de un ataque de hongos aumenta en condiciones de alta humedad, iluminación baja y poca ventilación, como sucede en un invernadero, en las partes bajas de las plantas o en las primeras semanas del otoño. A partir de la germinación de las esporas, la infestación es muy rápida y, como tan duramente has aprendido, puede causar estragos en muy poco tiempo. Cuando los hongos atacan es muy difícil pararlos y, generalmente, lo mejor es coger la planta y salvar lo que se pueda antes de que se infecten todos los cogollos. Si se pilla muy al principio se pueden intentar cortar las partes afectadas y evitar el contagio fumigando repetidamente las plantas con jabón potásico u otro fungicida, pero no siempre se tiene éxito. La lucha contra los hongos es fundamentalmente preventiva y se logra por la unión de varios factores. No se debe abusar del abono, pues su exceso debilita los tejidos de las plantas y facilita la penetración de los hongos Se puede fortalecer el sistema inmunitario de las plantas añadiendo micorrizas al sustrato, pulverizando purín de ortigas, infusión de cola de caballo o propóleos y, sobre todo, empleando abonos orgánicos en lugar de químicos.

No todos los hongos son igual de peligrosos, pero no siempre es fácil distinguirlos; por eso la recomendación general es no fumar nunca hierba enmohecida, pues no sabemos qué puede pasar. Aparte de los hongos que atacan a las plantas vivas, hay otras especies que pueden contaminar los cogollos en el secadero, y entre estas se encuentran algunos de los más peligrosos, como Aspergillus niger. Se conoce al menos un caso de un joven que estuvo a punto de morir de pulmonía tras fumar marihuana que se había contaminado de Aspergillus niger. El joven había enterrado la hierba para que se curase. Otro de los hongos que puede dañar nuestro organismo es el Penicillium. Este hongo coloniza frecuentemente frutas y verduras en la nevera o zonas frías, ya que prefiere, al contrario que el Aspergillus, un ambiente más fresco. Además, según el estado del sistema inmunitario de cada persona, los efectos de consumir cannabis enmohecido pueden también ser muy diferentes. Un hongo que no cause síntomas en una persona sana podría, en un paciente inmunodeprimido, provocar una grave infección. Los fumadores asmáticos o inmunodeprimidos nunca deberían fumar marihuana enmohecida, especialmente por Aspergillus.