¿Fumigar ahora?

Hace muchos años me pasó algo parecido pero en un cultivo de interior al que se le estropeó el extractor durante un puente en que me había ido de viaje. El cuarto se puso a 40 ºC y las arañas hicieron fiesta. Las telas de araña eran espeluznantes y aparecieron en mis pesadillas durante semanas. Mi solución fue radical: metí las plantas en la bañera y con la ayuda del teléfono de la ducha fui eliminando tantas arañas como pude. La fuerza del chorro de agua se llevó por delante las telas de araña, la mayoría de las arañas y un parte no pequeña de las glándulas de resina. Los cogollos perdieron peso y calidad, pero por lo menos conseguí salvarlos. No es una solución perfecta, pero creo que en esta situación no tienes otras opciones. Fumigar un insecticida potente está fuera de lugar, pues a estas alturas ya es tarde y seguro que quedarían restos tóxicos en las flores. Incluso con la ducha no vas a eliminar todas las arañas y probablemente las plantas no se recuperen del todo. Tendrás que decidir si una vez duchadas las cosechas en pocos días o esperas unas semanas, dependerá fundamentalmente de cuántas arañas queden y de si el clima les resulta o no favorable. El calor y la sequedad favorecen la reproducción de las arañas, mientras que si el clima es húmedo se reproducen más lentamente y las plantas quizás se recuperen algo más. Cuando coseches las plantas y las pongas a secar, las arañas que queden vivas emigrarán conforme se vayan secando. Podrás ver como suben por los tallos y se desplazan por las cuerdas de las que cuelguen las plantas en busca de nuevas plantas que infectar. Te recomiendo que pongas en los extremos de las cuerdas cinta aislante con el lado pegajoso hacia arriba para que las arañas se queden atrapadas y no puedan escaparse.