Hojas caídas
Es muy difícil dar un diagnóstico acertado sin ver las plantas ni saber otros detalles como la frecuencia de riego o la humedad ambiental. En principio, las hojas se muestran caídas cuando a la planta le falta agua, pero teniendo en cuenta que tus plantas solo tienen once días y viven en macetas de once litros de capacidad, dudo mucho de que ése sea el problema, ya que por su pequeño tamaño tienen suficiente humedad en la tierra para muchos días. Además, seguro que si la tierra está seca se te ocurriría regarla. Más bien el problema será el opuesto, exceso de humedad constante en la tierra y falta de oxigenación en las raíces. Cuando hay una diferencia tan grande entre el tamaño de la planta y el de la maceta, como es este caso, la tierra permanece húmeda durante muchos días seguidos, pues el consumo de agua de la planta es tan bajo que tarda mucho en secarse. En condiciones de alta humedad en la tierra se pueden dar dos escenarios. En el menos grave, la planta se ve marchita por la falta de oxigenación en las raíces, pero mejora en cuanto la tierra se va secando, por lo que la solución es espaciar más los riegos y no hacerlos demasiado abundantes hasta que las plantas sean más grandes. El segundo, y peor escenario, sucede cuando la falta de oxigenación de las raíces provoca la aparición de hongos o bacterias en la tierra. Si esto sucede la solución es mucho más complicada, ya que para tratar las raíces (con enzimas y estimuladores) hay que regar la tierra, que es justo lo menos indicado, ya que buscamos que se seque. En principio, deja de regar hasta que la tierra se haya secado bastante, luego aplica una solución nutritiva suave combinada con un producto rico en enzimas y un estimulante radicular. Se puede colocar un ventilador en el cultivo para que mueva el aire en torno a las plantas, lo que aumenta la transpiración y el consumo de agua.