La cosecha desastrosa
La verdad, yo tiraría los cogollos a la basura. Seguro que están llenos de restos de insecticidas, cadáveres de arañas y quién sabe qué más. Los insecticidas pueden ser peligrosos, especialmente los que no están pensados para pulverizar sobre plantas comestibles: suelen ser muy persistentes y tóxicos porque se supone que nadie se los va a meter en la boca y, aún menos, fumar. Además, no me has dicho qué plazo de seguridad indicaba la etiqueta del antiarañas químico; aunque, si lo fumigaste en la sexta semana de floración, lo más probable es que no se haya eliminado completamente. Entiendo que te da mucha rabia y que lo último que te apetece es tirar los cogollos y tener que comprar hierba cuando pensabas que tendrías la tuya propia, pero creo que la salud y la seguridad deben ser lo primero. Ya harás otra cosecha y tendrás buenos cogollos; una cosecha fallida no es el fin del mundo.
Te aconsejo que nunca fumes hierba con restos de insecticidas, muchos son compuestos peligrosos que pueden provocar cáncer o intoxicaciones. Llevo muchos años aconsejando a cultivadores y sé que no siempre me hacen caso. Si, pese a mis advertencias y consejos, decides seguir fumándote los cogollos, al menos haz lo siguiente: coge un vaso con agua fría y sumerge los cogollos con cuidado, sin meter muchos a la vez para que no se chafen ni se dañen demasiado. Déjalos en remojo un rato, unos cinco o diez minutos, para que todos los compuestos hidrosolubles que haya sobre las hojas se disuelvan en el agua. El agua se pondrá un poco verde; pero no tengas miedo por la resina, pues no se disuelve en agua. Si lo haces con cuidado los cogollos no perderán casi nada de resina y puede que elimines una parte de los tóxicos. Pasado el tiempo de remojo, saca los cogollos, colócalos sobre una hoja de papel de cocina para que escurran y luego vuelve a secarlos a fondo pero sin manipularlos demasiado. Para hacerlo, lo mejor es que uses un deshumidificador que mantenga la humedad ambiental al mínimo y un ventilador que mueva el aire suavemente a su alrededor. Es muy importante que los seques bien y rápido o se enmohecerán o se pudrirán.
Para la próxima ocasión en que tengas que dejar las plantas solas, lo mejor es preparar el programador varios días antes de marcharte y dejar que las plantas se rieguen automáticamente unos cuantos días mientras aún estás en casa y puedes ir comprobando que la cantidad de agua que reciben es suficiente y que la programación es correcta. De todos modos, no te castigues: todos los cultivadores hemos cometido errores parecidos. A mí se me estropeó el extractor una vez que estaba fuera unos días y, cuando regresé, también me encontré un criadero de arañas rojas monumental; aún me entra mal cuerpo cuando lo recuerdo y fue hace un montón de años. Suerte en la próxima cosecha.