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La luna y sus efectos sobre las plantas

Profesor Cáñamo, escribo para preguntar si es verdad que la luna y sus fases pueden tener efectos sobre las plantas y, si es así, cuáles son. He leído en algunas páginas web que no es lo mismo podar en luna llena que en luna nueva, y que la siembra y la cosecha salen mejor si se hacen en determinado momento. A mí esto me suena a cuento y a superstición, pero para asegurarme prefiero preguntar. Muchas gracias y espero que se resuelvan mis dudas.

Maite

Hace muchos años, cuando empecé a cultivar cannabis y a sembrar mi propio huerto, pasé por una época en que le presté atención a este tema. Me compraba el Calendario lunar del agricultor, así como el Calendario biodinámico, de Maria Thun. Estos libritos dan indicaciones sobre qué tareas se deben realizar cada día y qué días es mejor no hacer nada, pues las “energías” no son favorables. Con los años dejé de hacerlo, pues no encontraba grandes diferencias en los resultados si hacía caso o no a los consejos. Lo único en lo que sí notaba algo, aunque tampoco era clarísimo, era que, si cosechaba las hortalizas del huerto en los días recomendados por el calendario biodinámico de Maria Thun, las verduras duraban más días frescas. No tengo ninguna evidencia científica de esto, simplemente es la impresión que tuve tras varios años de usar estos calendarios. En cualquier caso, tampoco hace ningún daño seguirlos, pues las plantas no van a resultar perjudicadas. Si no se quieren comprar los calendarios, hay muchas páginas web donde se ofrece esta información.

Respecto a la influencia de la luna, voy a explicar las principales indicaciones que se suelen tener en cuenta a la hora de cultivar. No hay que leerlo como una verdad científicamente probada. La verdad es que llevo años sin prestarle ninguna atención a la luna y mis plantas crecen muy bien y la calidad de los cogollos es imbatible. Pero también cultivaba buenos cogollos cuando sí tenía en cuenta la luna, así que mal no hace.

La tradición afirma que durante la luna ascendente la energía de la planta asciende a las partes aéreas, mientras que durante la luna descendente la energía desciende a la parte subterránea. Algo parecido ocurre durante la luna creciente y menguante. La actividad de la planta durante la luna creciente se concentra principalmente en la parte superior, y en la fase de luna menguante la mayor actividad sucede en la parte inferior.

Es importante no confundir los conceptos de luna ascendente y descendente con los de luna creciente y menguante. Cuando se dice que la luna está en su fase ascendente, cada día la vemos más alta en el firmamento. A mitad de este ciclo llega al punto más alto y a partir de ese momento empieza la fase descendente de la luna, en que cada día sube un poco menos. Es algo que se observa claramente a simple vista, siempre que la miremos todos los días. El ciclo de luna ascendente y descendente dura veintisiete días, un poco menos que el de luna creciente y decreciente, que dura veintiocho.

La teoría biodinámica, que se fija también en otros cuerpos celestes además de la luna, asegura que los días exactos de luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante no se debe hacer nada, pues las energías andan revueltas, lo que sea que eso signifique. Son días de transición de una fase a otra, y lo mejor es dejar a las plantas en paz. Según esta teoría, el cultivador debe tener en cuenta estas influencias a la hora de programar sus actividades para aprovechar al máximo las sinergias naturales.

La siembra se hace en luna creciente y ascendente, pues la energía sube, como tiene que hacer la semilla, germinar y crecer. En cambio, durante la luna menguante la actividad de la planta es menor y concentra sus principios medicinales, por eso la cosecha se debe llevar a cabo en esta fase. Supuestamente, si la cosecha se realiza además en luna descendente, el secado será más rápido.

Los abonos sólidos se aplican en luna descendente, pero los líquidos en luna ascendente. La razón es que los primeros necesitan que la energía esté en el suelo para que se descompongan rápidamente, mientras que los líquidos se pueden absorber de inmediato y llegan enseguida a las partes aéreas. En luna descendente también se hacen los trasplantes para favorecer la recuperación de las raíces. La poda, mejor en luna menguante, para que la planta sufra menos.

El periodo que va de la luna en cuarto creciente hasta la luna llena es el mejor para realizar la polinización controlada de las plantas cuando producimos semillas. Desde la luna nueva hasta el cuarto creciente, la influencia lunar se centra en las hojas, desde el cuarto creciente hasta la luna llena, en el crecimiento vertical de la planta. La luna favorece la maduración de los frutos y las semillas, especialmente, en el periodo entre luna llena y cuarto menguante y, por último, entre el cuarto menguante y la luna nueva son las raíces las más estimuladas, junto con los microorganismos del suelo.

Profesor Cáñamo

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