La prevención
Mi pregunta es sobre la mejor forma de prevenir los bichos y las plagas en mi armario. Desde hace unos meses tengo moscas blancas en las plantas. Después del verano, en septiembre, empecé una cosecha sembrando unas semillas feminizadas de OG Kush, pero a las pocas semanas vi que tenían mosca blanca en las hojas más bajas. Las fumigué dos veces con aceite de nim y las controlé bastante, aunque al final de la floración, como no quería fumigar los cogollos, volvieron y aumentaron bastante. Coseché las plantas, limpié a tope y he empezado otra cosecha, en este caso sembrando Amnesia Kush. Solo llevan dos semanas y acabo de ver moscas blancas; después de lo bien que limpié todo no sé qué más puedo hacer. ¿Qué me aconsejas?
Las plagas son puñeteras. Si las condiciones son adecuadas vuelven una y otra vez y resulta casi imposible acabar completamente con ellas. A las moscas blancas les gusta mucho el clima calentito, sombrío y poco ventilado, por eso se dan tan bien en las hojas bajas y sombreadas, así como en los rincones poco aireados de invernaderos y cuartos de cultivo de interior. Mi consejo es que combines varias técnicas para mantenerlas bajo control. En primer lugar, busca variedades resistentes. No todas las plantas tienen la misma facilidad de desarrollar todas las plagas, cuando tu experiencia te muestre una variedad poco proclive a la mosca blanca, sigue con ella. Además, crea un ambiente que no les guste: pon un ventilador soplando en la parte baja de las plantas, poda las ramas más bajas, esas que casi no producen cogollos pero que dan sombra y evitan que el aire circule libremente alrededor de las plantas. Por último, establece un sistema de prevención y aplícalo sin esperar a ver las primeras moscas. Puedes fumigar semanalmente con distintos insecticidas ecológicos y no tóxicos, alternando productos para que las moscas no se acostumbren ni generen resistencias. El aceite de nim, el extracto de piretrinas, el jabón potásico y el aceite esencial de canela son productos que funcionan y que no son tóxicos, por lo que se pueden aplicar con bastante libertad. Solo evita fumigar los cogollos en las últimas dos o tres semanas para que no queden restos sobre ellos que puedan estropear el sabor del cannabis.