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¿Las plantas necesitan noches?

¿Las plantas necesitan noches?
En el cultivo de interior se pueden crecer las plantas con distintos fotoperiodos, desde 16 h de luz y ocho de oscuridad hasta 24 h de luz, es decir, sin ninguna hora de oscuridad. ¿Qué ventajas e inconvenientes tienen los distintos fotoperiodos? ¿Cuándo es recomendable usar cada uno y cuándo no? Gracias por contestarme porque no encuentro en ningún sitio las razones para usar uno u otro.
Pedro

En este tema, como en tantos otros relacionados con el cultivo de cannabis, cada cultivador asegura que su sistema es el mejor, pero la mayoría no han probado otros. El fotoperiodo de crecimiento más usado en interior es, casi con toda seguridad, el de 18 h de luz y 6 de oscuridad (18/6). Tiene la ventaja de que va bien con cualquier genética y las plantas crecen mucho, puesto que tiene muchas horas de luz. Sin embargo, no es un fotoperiodo que se dé en la naturaleza en casi ninguna región en las que el cannabis crece silvestre, si exceptuamos las regiones donde crece Cannabis ruderalis. En las regiones entre el ecuador y los 40º de latitud norte o sur, que es donde se sitúan la mayor parte de las regiones en las que se cultiva cannabis tradicionalmente, el fotoperiodo no supera nunca 16/8, y este fotoperiodo solo se da durante unas pocas semanas en torno al solsticio de verano.

El fotoperiodo 24/0 aporta a las plantas un treinta y tres por ciento más de luz que el 18/6, así como un treinta y tres por ciento más de consumo eléctrico, y no se gana tanto en velocidad de crecimiento. Pocos cultivadores lo utilizan, solo algunos que quieren acelerar al máximo el crecimiento de las plantas para pasarlas a floración lo antes posible o algunos cultivadores de autoflorecientes que piensan que así la producción es algo mayor. Personalmente, pienso que el cannabis vive mejor si tiene unas pocas horas de descanso cada día, al menos tres, por eso no suelo recomendar pasar del fotoperiodo 21/3, aunque yo uso 18/6, que es más que suficiente. Debo decir que las plantas crecen bien y se desarrollan sin problemas con la iluminación continua. Siempre que reciban suficientes nutrientes y las condiciones medioambientales sean adecuadas, las plantas no sufren.

En la naturaleza no existe el fotoperiodo constante, pues los días se van alargando poco a poco desde el solsticio de invierno hasta el solsticio de verano, momento en que empiezan a acortarse día tras día hasta el solsticio de invierno. Al aire libre, cada día tiene un fotoperiodo ligeramente distinto del día anterior y del día siguiente. El fotoperiodo 12/12 bajo el que florecemos las plantas durante toda la fase de floración solo se da en realidad durante dos días, en el equinoccio de primavera y en el de otoño (20-21 de marzo y 22-23 de septiembre, respectivamente).

El cannabis es una planta capaz de vivir en condiciones muy distintas. En primavera, en nuestro país, las plantas germinan con un fotoperiodo cercano a 12/12, que se va alargando hasta llegar a 15/9 en junio y luego se va acortando hasta volver a 12/12 a finales de septiembre. Las variedades más lentas en florecer acaban cosechándose bajo un fotoperiodo 10/14 en octubre o noviembre.

En primavera crece bajo días de duración creciente y suele empezar a florecer unas semanas después del solsticio de verano, bajo días de duración decreciente. Este cambio en la duración de los días (en realidad, de las noches) es lo que le indica a la planta que el verano va acercándose a su fin y que debe acelerar la floración si quiere que las semillas estén maduras antes de que llegue el frío.

En cultivos de interior, cada fotoperiodo tiene unas aplicaciones determinadas. Por ejemplo, la iluminación continua puede ser útil cuando hay que lograr el máximo crecimiento en muy pocos días o cuando no queremos correr el riesgo de que el cuarto de cultivo se enfríe y la humedad suba cuando se apagan las luces porque tememos que aparezcan los hongos. Por ejemplo, en pleno invierno, en un cuarto sin calefacción, mantener la luz encendida todo el día puede ayudar a mantener estables las condiciones medioambientales. Eso sí, cuando llegue la floración ya no será una opción mantener las luces encendidas todo el día (salvo que estemos cultivando autoflorecientes) y tendremos que buscar otra manera alternativa de calentar por la noche (con radiadores, por ejemplo). La iluminación continua también se usa a veces para enraizar esquejes y durante la revegetación de plantas, es decir, cuando queremos que una planta que ha florecido y a la que le hemos cortado los cogollos vuelva a la fase vegetativa y comience a crecer de nuevo. En esa situación, el fotoperiodo 24/0 facilita que la planta abandone la fase de floración y vuelva a la de crecimiento.

En general, los fotoperiodos con días de más de 18 h aumentan la cantidad de luz que reciben las plantas y pueden acelerar el crecimiento, pero esto solo funciona cuando las plantas están muy sanas y vigorosas y ya están aprovechando al máximo la luz que reciben. Si hay algún factor limitante del crecimiento como poca ventilación, falta de nutrientes (por abonar poco o porque el pH o la salinidad de la tierra no es correcta) o unas condiciones de humedad y temperatura que no son ideales, es mejor corregirlas antes de aumentar las horas de luz o solo estaremos aumentando el gasto energético. Por ejemplo, si hace demasiado frío, el metabolismo se vuelve lento y las plantas crecen poco aunque tengan mucha luz.

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