Limpieza de pipas de cristal
Es normal que las pipas se ensucien rápidamente, el humo va cargado de muchas sustancias que se adhieren a las paredes de los conductos por los que circula. El residuo, oscuro, pegajoso y con mal olor se acumula formando una capa muy desagradable que no solo tiene mal aspecto sino que altera el sabor del humo, impidiendo apreciar los matices de un buen cogollo. He llegado a ver pipas tan sucias que este pringue pegajoso salía por la boquilla y llegaba a manchar los labios del consumidor, una auténtica guarrada.
Las mejores pipas y bongs están fabricadas de vidrio de borosilicato, el famoso pírex. Este tipo de vidrio es mucho más resistente a los cambios bruscos de temperatura que el vidrio común, además de ser un material inerte que no libera ningún tipo de compuesto al calentarse ni en contacto con productos ácidos o alcalinos. Estas características hacen que sea el vidrio más empleado para fabricar material para laboratorio como probetas, matraces o pipetas, y el más indicado para elaborar pipas de alta calidad.
El residuo que deja el humo del cannabis está formado principalmente por restos de resina. Como no es soluble en agua no se puede lavar con agua y jabón, hay que usar un disolvente como el alcohol, el hexano o la acetona. De estos, el más fácil de encontrar es el alcohol de farmacia, que es alcohol etílico de 96º. Para que la limpieza sea fácil hay un truco infalible: basta con introducir la pieza de cristal en una bolsa Ziploc junto con sal y alcohol. Las cantidades de ambos productos dependen del tamaño de la pipa o el bong. En piezas pequeñas basta con un chorro de alcohol y una cucharada de sal, pero en bongs grandes puede ser necesario un vaso de alcohol y medio de sal.
Se cierra la bolsa y se deja reposar diez minutos para que el alcohol vaya reblandeciendo el residuo. A continuación, sujetando con mucho cuidado la pieza de cristal para que no golpee con nada, se agita la bolsa enérgicamente durante un rato. La sal no se disuelve en el alcohol pero penetra por todos los rincones de la pipa y ayuda a rascar el residuo pero sin afectar al cristal. El alcohol cogerá un color marrón oscuro y mal oliente, pero la pipa quedará como nueva. Cuando ya no queden restos pegados al cristal, se saca la pieza y se enjuaga bajo el grifo. Para que el cristal quede reluciente y sin marcas de gotas de agua, hay que hacer un último enjuague con agua destilada o secar la pipa después de lavarla.
En los grow shops se venden varios productos limpiadores específicos para pipas y bongs que dan buen resultado. Por lo general, se dejan las piezas en remojo durante la noche y se elimina el residuo sin necesidad de agitarlas. Son especialmente útiles con piezas muy grandes o delicadas que no resulte recomendable agitar.
Las rejillas metálicas que se ponen en las cazoletas de las pipas también se ensucian mucho. Son baratas y lo más fácil es sustituirlas por otras nuevas, pero, si no tenemos recambio, siempre podemos lavarlas en alcohol o, más fácil aún, quemar el residuo. Para ello basta con sujetar la rejilla con unas pinzas y aplicarle una llama hasta que haya ardido todo el residuo pegado. En cuestión de un minuto tendremos la rejilla como nueva.