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Los peligros de los insecticidas

Los cultivadores tenemos que usar insecticidas a veces. Yo, por ejemplo, tengo arañas rojas en mis plantas y, aunque he fumigado con jabón y con nim, no consigo acabar con ellas. Me han sugerido usar un insecticida químico (no recuerdo el nombre, pero me lo ofrecieron en un grow shop y me dijeron que va muy bien y que protege a las plantas durante meses), pero no estoy seguro de si quiero hacerlo. Mi amigo dice que no se pueden usar insecticidas químicos con el cannabis, pero no sabe muy bien qué problemas pueden causar. ¿Es por ecologismo o pueden ser malos para mí? Me gustaría que me respondieras porque tengo que tomar una decisión y no sé que hacer. Gracias. 

Pablo

Los insecticidas químicos son aquellos cuyos principios activos (lo que mata a los insectos) están producidos por síntesis química. Esto no quiere decir gran cosa, también los medicamentos o muchos conservantes que se usan en la industria alimentaria están producidos por síntesis química. Lo que hay que entender es que cada molécula, cada insecticida, tiene unas características particulares que hacen que sea más o menos tóxico, más o menos persistente y más o menos peligroso. 

En general, los insecticidas matan bichos, ese es su objetivo obvio. El problema es que no solo matan los bichos que se están comiendo las plantas, a veces también se cargan los insectos beneficiosos del ecosistema, aquellos que nos podrían ayudar a controlar las plagas naturalmente. En un jardín en el que no se usan insecticidas químicos suele haber una diversidad mucho mayor de especies beneficiosas y una menor incidencia de plagas. Hoy en día, a causa del uso indiscriminado de pesticidas químicos desde la agricultura durante décadas, la cantidad de pájaros, anfibios e insectos ha caído en picado en todos los espacios naturales, lo que ha generado una gran cantidad de nuevos problemas. Por ejemplo, los ácaros (entre los que se encuentra la araña roja que se está comiendo tus plantas) no eran un gran problema para la agricultura hasta que el uso de insecticidas acabó con las especies que se alimentaban de ellos y se empezaron a reproducir a una gran velocidad. Hoy en día, los ácaros provocan enormes daños y pérdidas económicas en la agricultura y son cada vez más difíciles de matar. 

Otro riesgo de los insecticidas químicos es que pueden dejar restos tóxicos en las plantas que queden en los cogollos incluso después de cosecharlos y secarlos. Obviamente, no es deseable fumarse un cogollo con restos de insecticidas, pues podrían tener efectos tóxicos sobre la salud. No son pocos los insecticidas que han sido prohibidos tras años o décadas de uso, cuando se ha descubierto su peligrosidad. La mejor forma de evitar este riesgo es no usar estos productos. 

Los insectos pueden acabar desarrollando resistencia frente a los insecticidas, lo que obliga a aumentar las dosis y la frecuencia de aplicación e incrementa el riesgo de que queden restos. La recomendación general de usar pesticidas permitidos en agricultura ecológica se basa en que son productos de toxicidad baja y que han sido probados durante muchos años, por lo que se tiene bastante certeza de que no son peligrosos. 

Para hacerse una idea de la toxicidad y el mejor modo de usar un pesticida hay que leer su etiqueta con atención, ya que indicará para cada especie cultivada las dosis correctas y el plazo de seguridad que se debe dejar entre la última aplicación y la cosecha. 

Es importante recordar que no se han hecho estudios sobre la utilización de los distintos insecticidas en el cannabis debido a su situación legal. Por tanto, ninguna etiqueta habla sobre el cannabis y el cultivador no tiene más remedio que guiarse por las indicaciones para otras plantas. Las indicaciones a menudo varían mucho de una especie a otra y no siempre sabemos a qué atenernos. Hay ocasiones en que el plazo de seguridad de un plaguicida es de tres días en una especie y de cuarenta y cinco en otra. Por esto es tan importante que no haya estudios específicos sobre cannabis: desconocemos la toxicidad de cada molécula cuando se aplica sobre el cannabis. No olvidemos que, al contrario que muchas hortalizas que se lavan, se pelan y se cocinan antes de consumirlas, el cannabis se consume directamente y, en lugar de comerlo, la mayoría de los usuarios suelen fumarlo, con el riesgo añadido que provoca la combustión, que puede generar nuevas moléculas tóxicas a partir de los restos de pesticidas que puedan quedar en los cogollos. 

Profesor Cáñamo

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