Luz ultravioleta y producción de resina

¿Es verdad que los rayos UVA hacen que las plantas produzcan más resina? Si es así, ¿cómo hay que hacerlo?, ¿qué tipo de lámpara puedo usar?, ¿el aumento en la resina es muy notable?
La verdad es que se habla mucho de si la radiación ultravioleta puede potenciar la producción de resina y cannabinoides en las plantas. Siempre se ha dicho que las variedades más potentes son aquellas que se han desarrollado en zonas ecuatoriales o de alta montaña, donde la radiación ultravioleta es mayor. Sin embargo, hay muchos estudios que lo ponen en duda o, al menos, no lo dejan claro. La radiación ultravioleta es la que se encuentra dentro del espectro lumínico entre 100 y 400 nm. Se divide en tres tipos: UV-A (315-400 nm), UV-B (280-315 nm) y UV-C (100-280 nm).
En general, cuanta mayor intensidad de luz haya, mayor será el rendimiento, tanto en el peso de las flores como en la cantidad de resina y cannabinoides, siempre que el resto de los factores aumenten en consecuencia. Si la luz es muy intensa pero a las plantas les falta abono, el nivel de CO2 es bajo o las temperaturas no están en el rango óptimo, la producción no aumentará. Muchas veces, en los estudios que supuestamente demuestran el aumento del rendimiento con la luz ultravioleta, lo que se hace es cultivar una planta con una lámpara determinada y otra con esa misma lámpara más otra añadida que tiene luz UV y también algo de luz azul por encima de 420 nm. Esta segunda planta, en realidad, está recibiendo más intensidad de luz que la primera, por lo que no podemos asegurar que su mayor rendimiento se deba a la radiación ultravioleta y no a la luz azul (que no es UV, pues está por encima de los 400 nm).
Algunos estudios realizados hace décadas concluían que la radiación UV-A aumentaba la producción de varios cannabinoides, pero hoy en día no está tan claro. Las conclusiones de estudios recientes afirman que puede que la suplementación con UV-A pueda incluso reducir el rendimiento de cannabinoides y terpenos. En cambio, la aplicación de pequeñas cantidades de UV-A más UV-B en las últimas tres semanas de floración sí provocó un aumento de hasta el treinta por ciento en la producción de THC, pero solo en las hojas más grandes recubiertas de resina. El aumento en la producción de THC en las flores no pudo ser corroborado.
Hay indicios de que la radiación UV-B podría realmente incrementar la producción de cannabinoides, pero los estudios no son concluyentes. De hecho, en algunos de ellos los resultados son opuestos, indicando una potencial reducción de cannabinoides, así como un crecimiento más lento, menor tamaño o hasta deformación de las hojas cuando se emplean dosis más altas de UV-B.
En conclusión, hoy por hoy no está claro que sea buena idea añadir lámparas de luz ultravioleta al cultivo. Pero tampoco está claro lo contrario. Debemos esperar a que los científicos hagan más estudios y lleguen a conclusiones más claras. Igual hay que ajustar mejor las dosis de radiación ultravioleta, limitarla a unas pocas horas diarias o solo a las últimas semanas de la floración. Ya veremos.