Maduración uniforme de los cogollos

Cuando llega el momento de cosechar las plantas siempre veo que los cogollos más bajos o los que crecen en el interior de la planta están menos maduros que los más altos y los del exterior. Supongo que esto sucede porque tienen más luz. ¿Hay alguna forma de que todos maduren por igual? Otra cosa, ¿cómo puedo evitar que los cogollos se sequen demasiado rápido o demasiado lento?
La maduración de los cogollos es más rápida en los que más luz reciben y en los que primero nacen. En general, los cogollos que brotan en las puntas de las ramas nacen antes, reciben más luz y, por tanto, maduran primero. La técnica para cosechar todos los cogollos con un grado de maduración semejante es increíblemente sencilla: basta con cosecharlos en varias fases. Cuando veamos que los cogollos principales están listos los cortamos y ponemos a secar, y dejamos el resto en la planta hasta que también estén listos. De este modo, los cogollos que estaban más abajo y recibían menos luz tienen unos días más para acabar de madurar.
Según el tamaño de la planta, podemos cosechar en dos o tres tandas separadas entre cinco y diez días. No solo recogeremos todos los cogollos en su momento óptimo, además repartiremos el trabajo de cosecha y manicura de forma que no tendremos que dedicar tantas horas seguidas. Algunos cultivadores usan un sistema diferente que consiste en cortar las hojas grandes de la planta cuando faltan una o dos semanas para la cosecha, para que la luz pueda penetrar mejor en todos los rincones y la maduración de los cogollos bajos se acelere.
Ten en cuenta que la psicoactividad de los cogollos es ligeramente diferente si están más o menos maduros, por lo que puede ser una buena idea cosechar algunos más maduros y otros menos para obtener efectos distintos. Los cogollos muy maduros son más narcóticos, relajantes y aptos para el consumo por la tarde/noche, mientras que los poco maduros son más estimulantes y producen un efecto más activo, ideal para el consumo durante el día.
La velocidad de secado tiene que ver con tres elementos: la temperatura del secadero, la humedad ambiental y la ventilación. Más calor, menos humedad y más ventilación aceleran el secado. Temperaturas más bajas, ambiente más húmedo y menos ventilación ralentizan el secado. Jugando con estos tres factores pueden regular la velocidad de secado, pero ten en cuenta que un secado muy rápido suele hacer que las plantas pierdan más aroma y que el sabor final sea más áspero; en cambio, un secado demasiado lento puede favorecer la aparición de hongos en los cogollos, lo que sería un desastre.
Como regla general, intenta que la temperatura del secadero no pase de 25 ºC, aunque es mejor mantenerla por debajo de 20 ºC. La humedad óptima es del 50-60%, aunque, por seguridad, yo la mantengo sobre el 50% los primeros dos o tres días para eliminar rápidamente una buena parte del agua de los cogollos, y luego dejo que suba al 60% durante el resto del secado, para que no sea demasiado rápido. Siempre coloca un ventilador en el secadero para que mueva el aire, pero no lo dirijas directamente a los cogollos o los resecará demasiado deprisa.