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Mejora del suelo

En mi nueva casa, el lugar donde quiero sembrar las plantas tiene una tierra muy mala. Es un rincón del jardín que me gusta porque está bastante alejado de la calle y no se ven las plantas. El problema es que cuando construyeron la casa tuvieron que nivelar el terreno y echaron allí toda la tierra que sacaron de otra parte de la parcela y muchos restos de ladrillos y material de construcción que sobró. Es casi todo arena y restos, y no parece nada fértil. Me temo que, si planto directamente en la tierra que hay, las plantas no crecerán bien. ¿Cómo crees que puedo mejorarla?, ¿tienes algún consejo? Creo que el invierno es el mejor momento para hacerlo para que esté todo listo en primavera. Muchas gracias por tus consejos. 

Matías

El invierno es sin duda un buen momento para mejorar la tierra del espacio de cultivo. A grandes rasgos, hay tres cosas que puedes hacer: limpiar la tierra de restos indeseables, añadir materia orgánica de distintos tipos y sembrar un abono verde. Vamos paso a paso.

En primer lugar, te recomiendo que quites tantos restos de ladrillos y material de construcción como puedas, al menos en la capa superficial de tierra. Si tienes acceso a un motocultor, ara el espacio tanto como puedas, intentando soltar la tierra hasta al menos 20-30 cm de profundidad. Quita los trozos grandes a mano y pasa luego un rastrillo para recoger los de menor tamaño. Seguramente, por cuidadoso que seas, seguirán quedando, pero no te preocupes, cada año, cuando prepares el terreno antes de la siembra, volverás a arar y rastrillar. En unos años ya no quedarán restos de ladrillos. 

El segundo paso es aumentar la cantidad de materia orgánica de la tierra. La materia orgánica es la principal fuente de fertilidad de un sustrato, por lo que hay que poner mucha y seguir añadiendo cada año. Hay muchas fuentes de materia orgánica beneficiosa. El compost y el estiércol son muy prácticos porque aportan mucho volumen, lo que ayuda a reacondicionar las propiedades de la tierra, aumentando su capacidad de retención de agua. Son abonos que contienen pocos nutrientes y se pueden añadir en grandes cantidades. Usa aquel estiércol que tengas fácil de conseguir: los de caballo, cabra y conejo son muy buenos. El de gallina también, pero es mucho más fuerte y hay que usarlo en cantidades más pequeñas. El humus de lombriz es también una gran enmienda; tiene más nutrientes que el estiércol y aporta una gran cantidad y variedad de microorganismos beneficiosos. Puedes incorporar también otros abonos orgánicos sólidos como harina de huesos, harina de sangre, polvo de roca, harina de algas, etc. Hay dos formas de incorporar los abonos orgánicos al terreno: puedes mezclarlos directamente con la tierra por medio del motocultor o esparcirlos en la superficie de la tierra y dejar que la lluvia los vaya incorporando y no arar hasta la primavera, poco antes de sembrar. 

La tierra desnuda, al aire, pierde muchos nutrientes y humedad a causa del sol. Cubrir el suelo con una capa de mulch, formado por hojas secas, paja o mantillo, ayuda a mantener la tierra viva, potenciando el desarrollo de los microorganismos beneficiosos.

El tercer paso en la mejora del suelo es la siembra de un abono verde, que no es otra cosa que sembrar un cultivo de alguna planta, normalmente una leguminosa (judías, guisantes, habas, trébol, alfalfa). Las leguminosas establecen una simbiosis con especies de bacterias que captan el nitrógeno de la atmósfera, por lo que crean abono a partir del aire. Cuando las plantas han crecido, pero antes de que florezcan, se cortan y se entierran ligeramente o se dejan que se descompongan en la superficie formando un mulch que nutre el terreno y lo protege de las inclemencias del tiempo. 

La combinación de estas tres técnicas te servirá para mejorar notablemente la calidad del sustrato en su conjunto. Otra opción es cavar un agujero grande (al menos de 50x50x50 cm) para cada planta y llenarlo con tierra de saco, como si fuera una gran maceta. Este es un buen sistema si no tenemos tiempo de mejorar la tierra, pero si podemos es mucho mejor el otro sistema. 

Profesor Cáñamo

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