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Ozonizadores e ionizadores

Ozonizadores e ionizadores
Te escribo para que me expliques la diferencia, si es que la hay, entre un ozonizador y un ionizador. Por lo que sé, los dos sirven para quitar olores, pero no sé si son dos formas de llamar al mismo aparato o hay diferencias reales entre ellos. Muchas gracias.
Marina

Los generadores de ozono, también llamados ozonizadores, fabrican un gas llamado ozono cuya fórmula química es O3. El oxígeno que respiramos tiene la fórmula O2, por lo que podemos decir que el ozono tiene un átomo extra de oxígeno. Este tercer átomo es muy inestable, lo que quiere decir que se separa de los otros dos con facilidad en cuanto tiene la posibilidad de reaccionar con otra molécula. Está reacción se denomina oxidación, y es lo que ocurre cuando una molécula de ozono se encuentra con una molécula aromática, el tercer oxígeno se une al olor y lo destruye (lo oxida). El resto de la molécula de ozono (los dos átomos de oxígeno restantes) se convierte en una molécula normal de oxígeno. Además de destruir olores, el ozono también mata bacterias, hongos, levaduras y otros microorganismos.

Hay muchos tipos de ozonizadores, desde los que se colocan en la pared y liberan pequeñas cantidades de ozono periódicamente, hasta los que se sitúan dentro de los conductos de extracción de aire y eliminan los olores antes de que se expulsen al exterior.

El único problema que tienen los ozonizadores es que no es bueno que las personas estemos expuestas a él, pues puede irritar nuestras vías respiratorias, sobre todo si lo inhalamos en cantidades elevadas. Sin embargo, gracias a lo rápido que se degrada, basta con esperar treinta minutos desde que se apaga el ozonizador para que todo el ozono haya desaparecido.

Los ozonizadores de poca potencia no tienen capacidad de producir suficiente ozono como para ser dañino, pero en cualquier caso es conveniente no estar delante cuando estén funcionando. Los de mayor potencia se colocan en los conductos de extracción de modo que, cuando el aire cargado de ozono se expulsa al exterior, el gas se disipa en el ambiente. Si colocamos un ozonizador dentro del cuarto de cultivo, debemos conectarlo a un programador que se ocupe de encenderlo y apagarlo a las horas convenidas, teniendo en cuenta que se apague al menos treinta minutos antes de la hora a la que entramos a regar y cuidar las plantas. En grandes cantidades, el ozono puede reducir el aroma de la resina de los cogollos o incluso llegar a quemar las hojas.

La potencia de un ozonizador se mide en miligramos de ozono producido por hora y oscilan entre los cinco miligramos de un aparato pequeño apto para un cuarto de baño o un armario pequeño de cultivo, hasta ciento cincuenta miligramos o más de uno potente capaz de limpiar todo el aire del circuito de extracción de un supercultivo.

Los ionizadores, también llamados generadores de iones negativos, son aparatos mucho menos efectivos para controlar los olores fuertes como los producidos por un cultivo de cannabis. Su funcionamiento se basa en la propiedad que tienen los iones negativos de unirse a las moléculas aromáticas, las motas de polvo o los granos de polen y conseguir que se depositen en el suelo o las paredes, con lo que dejan de estar flotando en el aire. Ayudan a limpiar y purificar el aire, pero en menor grado que los ozonizadores. Por otro lado, son completamente inofensivos para las personas y las plantas, por lo que pueden estar funcionando constantemente tanto dentro del cultivo como en el resto de la casa.

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