Las variedades de cannabis más potentes se suelen dar en lugares a gran altura o muy cercanos al ecuador, donde el sol es muy intenso y la radiación ultravioleta (UVA) es mayor. Aunque no se sabe con seguridad cuál es la función del THC, este hecho indica que podría servir como protección de la semilla contra la radicación ultravioleta. Cuando una semilla de estas variedades se planta en un lugar con menos radiación ultravioleta, durante las primeras generaciones se mantiene la producción de THC, pero con el tiempo se debilita, ya que no necesita el THC para sobrevivir en nuestra latitud y, por tanto, su producción no constituye ninguna ventaja para las plantas.

En la naturaleza, los seres vivos siempre van perdiendo aquellos rasgos que no les resultan útiles y aumentando los que sí les sirven. Por ejemplo, si una variedad nepalí muy potente se planta en la costa mediterránea, donde la cantidad de radiación ultravioleta es mucho menor que en el Himalaya, las plantas con mayor capacidad de producción de THC gastarán más energía en defenderse de la luz ultravioleta de lo que sería necesario, mientras que las plantas que no produzcan tanto THC tendrán una mayor cantidad de energía que dedicar al crecimiento y su capacidad reproductiva aumentará. Al cabo de varias generaciones, la variedad irá cambiando poco a poco hasta lograr las plantas más adecuadas para el nuevo clima. Estas plantas serán menos potentes, puesto que no les hace falta tanto THC, pero también estarán mejor adaptadas al calor mediterráneo o a la salinidad del agua, tan propia de nuestras costas. Sin embargo, si seleccionamos cuidadosamente las plantas que reproducimos, podemos frenar esta tendencia.

La selección natural es la que hace que se vaya perdiendo potencia, pero si la sustituimos por una selección humana, basada en la potencia de las plantas, no tiene por qué reducirse la potencia, de hecho, podría incluso aumentar si el criador tiene buen ojo. La clave es escoger las mejores plantas para producir semilla y no dejar que se mezclen libremente. Es recomendable ir introduciendo nuevas semillas periódicamente para que aporten material genético nuevo y la variedad se mantenga fuerte y resistente. En tu caso solo conoces la planta hembra, pero no llegas a sabes de qué macho salió el polen que produjo la semilla, por lo que desconoces a uno de los parentales implicados en el cruce. Mi consejo es que el año que viene consigas un paquete de semillas no feminizadas de Super Silver Haze, escojas el mejor macho y lo uses para polinizar la mejor hembra de tu variedad. La nueva genética mejorará, sin duda, la potencia de tu variedad, pero probablemente no llegue a ser lo que era. Una vez que degenera una variedad es muy difícil que recupere su antiguo esplendor, así que es casi más fácil comprar también un sobre de semillas de White Widow e intentar realizar de nuevo el cruce original, la potencia será mucho mejor.