Plantas atontadas

Se han quedado paradas... Tengo dos plantas de maría que crecen en macetas en mi balcón. Empezaron bastante bien pero han llegado a una altura y ya no crecen más. Miden unos sesenta centímetros, sin contar la maceta: una está un poco más alta que la otra pero ninguna de las dos crece casi nada. Tampoco están haciendo cogollos. Se les han secado algunas hojas y otras se han puesto amarillas. A ver si me puedes ayudar y me dices qué les sucede y cómo podría arreglarlo, si es posible, porque empiezo a pensar que no van a dar ni un cogollo. Un cultivador deprimido.
La verdad es que no es fácil adivinar qué problema tienen tus plantas. Por lo general, las plantas paran de crecer o lo hacen mal y poco si se quedan sin nutrientes o estos están bloqueados. Puede suceder porque las raíces estén enfermas o sean atacadas por un parásito, por un pH inadecuado en la tierra, por un exceso de sales derivado de una sobrefertilización, por falta o por exceso de riego. Además, puede también ser consecuencia de factores que no tienen nada que ver con las raíces, como fumigar algún pesticida que resulte fitotóxico para la planta o que haya un régimen de luz extraño que estrese a las plantas.
Sin estar delante de las plantas ni poder observar todos estos detalles, solo puedo recomendarte que les prestes mucha atención. Si te das cuenta de que la tierra está siempre húmeda, deja de regarlas y espera a que se seque a ver si el problema era el exceso de riego. Si no te estás pasando de riego, lo más probable es que sufras un desajuste en el sustrato: exceso de sales, pH inadecuado o falta de algún nutriente. Para solucionar estos tres problemas lo más fácil es lavar la tierra en primer lugar regando la planta con mucha agua (con el pH ajustado a 5,8) para que escurra por los agujeros de drenaje y arrastre el exceso de sales. Riega con un volumen de agua que sea más o menos el triple de la capacidad de la maceta, es decir, treinta litros de agua para una maceta de diez litros. Tras el lavado, prepara un riego con una dosis media de abono, ajusta el pH a 5,8 y riega las plantas. Este riego debería reponer los nutrientes que falten y acabar de reajustar el pH del suelo. Por último, coloca la planta en un lugar en semisombra para que se recupere. Cuando observes que retoma el crecimiento y que se ve más sana y vigorosa, puedes volver a situarla a pleno sol.