Plantas con manchas blancas
De mis tres plantas, hay una a la que le han aparecido unas manchas blancas, como polvorientas, en las hojas bajas. Creo que es oídio, por lo que he visto en internet. ¿Cómo debo luchar contra él?, ¿podré cosechar?
El oídio es una enfermedad fúngica que afecta fácilmente al cannabis. Se compone de dos especies: Podosphaera macularis y Leveillula taurica. Se desarrolla en forma de micelio blanco, formando manchas en las hojas. Estas manchas crecen hasta cubrir por completo las hojas y los cogollos. Al principio, es posible que el cultivador no se percate de su presencia y las manchas pasen desapercibidas. Con frecuencia, comienza en áreas sombreadas o en ramas bajas. Si no se toman medidas, se propagará rápidamente por toda la planta en cuestión de días o semanas, dependiendo de las condiciones climáticas. La densidad y la falta de ventilación en el cultivo favorecen la rápida propagación del hongo. En general, el oídio prospera en condiciones de baja intensidad de luz, poca ventilación alrededor de las plantas, cambios en la humedad ambiental y temperaturas suaves. El oídio produce numerosas esporas, que se dispersan por el viento e infectan otras plantas, así como otras partes de la misma planta.
De las dos especies causantes del mildiu, Leveillula taurica se desarrolla bien en ambientes con poca humedad y temperaturas más altas, mientras que Podosphaera macularis requiere mayor humedad y temperaturas más bajas. Es muy importante tratarlo tan pronto como se detecten los primeros indicios de infección. Aunque el oídio no es difícil de eliminar, ya que se desarrolla en la superficie de las hojas y no penetra en ellas, se reproduce con una gran facilidad, lo que dificulta su erradicación completa de las plantas. Es importante evitar que las plantas sufran estrés por falta de agua, ya que esto las debilita y favorece la aparición del oídio. Si hay pocas hojas infectadas, se pueden cortar, e incluso eliminar ramas bajas enteras que tienden a infectarse fácilmente y tienen una baja producción, sin que esto afecte significativamente a la producción general.
Nunca se debe fumigar con fungicidas químicos las plantas en floración, ya que dejan residuos tóxicos que podrían terminar en los pulmones del consumidor. Se pueden utilizar fungicidas ecológicos, pero es necesario aplicarlos de manera regular, ya que su efectividad es moderada y funcionan mejor como preventivos que como curativos. La mayoría de los fungicidas no tóxicos actúan por contacto, es decir, el mildiu debe mojarse para morir. Es fundamental pulverizar las plantas minuciosamente, asegurándose de que todas las hojas queden bien humedecidas por ambos lados. Se recomienda utilizar una mochila o botella de pulverización de alta presión que pueda crear una fina neblina de gotas pequeñas que lleguen a todos los rincones. Es recomendable alternar o combinar diferentes fungicidas para evitar que el oídio desarrolle resistencia, pero hay que tener en cuenta que no todos pueden mezclarse entre sí. Siempre que se pruebe un nuevo producto o una nueva mezcla, es útil hacer una prueba en una sola planta o incluso en una sola rama y esperar veinticuatro horas para asegurarse de que no causa fitotoxicidad.
Entre los fungicidas ecológicos y de poca toxicidad, los mejores contra el oídio son bicarbonato potásico y bicarbonato sódico (dosis 5-10 g/l de agua), agua oxigenada (una parte por tres de agua) y jabón potásico (10-20 ml/l de agua). Todos matan el oídio por contacto, ninguno acaba completamente con él. Usaremos el jabón en plantas que empiezan a florecer, pero con la floración avanzada nos limitaremos al bicarbonato, que deja menos residuo, o al agua oxigenada, que no deja ningún resto.