Llamamos plazo de seguridad de un pesticida al tiempo que debemos dejar que transcurra desde que lo pulverizamos sobre las plantas hasta que las cosechamos. En este tiempo, el insecticida se descompone y no quedan restos en los tejidos de la planta. Si no respetamos el plazo de seguridad y cosechamos antes, corremos el riesgo de fumarnos parte del insecticida, que no deja de ser un veneno. En el caso de la marihuana el peligro es mayor, si cabe, puesto que los cogollos no se pelan ni se lavan antes de consumirlos. No todos los insecticidas tardan lo mismo en descomponerse ni en todas las especies ocurre a la misma velocidad, por eso en la etiqueta de cualquier insecticida se especifica el plazo de seguridad para las distintas especies de plantas para las que está autorizado su uso. Como bien cuentas en tu carta, el cannabis no figura nunca en estas listas, seguramente por su especial situación legal.

Hay algunos principios activos en que el plazo de seguridad puede variar mucho, desde dos o tres días hasta más de cuarenta y cinco, según la especie cultivada. Por ejemplo, el imidacloprid, que es un insecticida muy utilizado (y que se está prohibiendo en muchos lugares por lo tóxico que resulta para las abejas), tiene un plazo de seguridad de tres días para el tomate, quince para el tabaco y treinta y cinco para el lúpulo. ¿Con cuál nos quedamos si cultivamos cannabis?

Antes era de la opinión de que se podía usar el plazo de seguridad del tabaco, pues también se fuma sin lavarse, o del lúpulo, que pertenece a la misma familia que el cannabis, pero ya no pienso igual. La única verdad es que no hay una respuesta segura, quizás ni en los treinta y cinco días del lúpulo tengamos suficiente para que los cogollos de cannabis queden libres de restos tóxicos. No se puede saber sin estudiarlo científicamente tal y como se ha hecho con las otras especies de plantas cultivadas, y ninguna empresa va a gastar dinero en hacerlo si no puede cultivar cannabis legalmente.

Personalmente creo que hay que evitar los pesticidas tóxicos completamente durante la floración y limitarse a aquellos autorizados para agricultura ecológica, de los que podemos estar razonablemente seguros que no son tóxicos. Si las plantas están en crecimiento, se puede ser un poco más flexible, pues pasarán al menos dos meses antes de la cosecha, pero en floración más vale no arriesgarse.