Poda y floración

Las plantas del balcón se han hecho muy grandes, pero me han dicho que ahora que están floreciendo ya no debo podarlas. ¿Es verdad? En ese caso, ¿qué puedo hacer para controlar la altura y que no sigan creciendo?, ¿cuándo habría sido el mejor momento para podarlas?, ¿qué técnicas de poda recomiendas para aumentar el rendimiento?
Las plantas de cannabis miden la duración de las noches en las puntas de las ramas y usan esta medición para decidir cuándo empezar a florecer. Si podas las plantas una vez están empezando a florecer, puedes confundirlas y hacer que la floración y la cosecha se retrasen. En general, la poda debe hacerse en cualquier momento antes de que empiecen a florecer, lo que en la mayoría de las variedades acontece a partir de la segunda mitad del mes de julio. La única excepción es la poda de ramas bajas o ramas débiles, que se puede hacer en cualquier momento, pues las ramas principales y más fuertes no las tocamos, por lo que pueden seguir cumpliendo su función de medir la duración de las noches. Las técnicas más efectivas para potenciar la producción y la calidad de los cogollos son básicamente dos: despuntar el tallo central para que la planta aumente su ramificación y eliminar las ramas bajas que reciben menos luz y cuyos cogollos nunca serán tan gruesos, productivos y potentes como los de las ramas principales. La combinación de estas dos técnicas produce la mejor relación entre alta producción y calidad de los cogollos.
Desde que las plantas empiezan a florecer, el control de la altura solo se debe hacer con métodos de entrenamiento de bajo estrés (LST, siglas por el nombre inglés: low stress training). Este método consiste en atar las puntas de las ramas más altas con cuerdas y tensarlas para ir doblándolas poco a poco para que no sean tan altas. Es importante que hagamos el tensado de las cuerdas a lo largo de varios días para que las ramas no se quiebren. Con cuidado y constancia podemos lograr que las ramas queden prácticamente horizontales al suelo sin que se rompan.