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Tengo un polvillo blanco en las hojas de las plantas y no sé cómo acabar con él. Me han dicho que es oídio o mildiu, una de las dos. ¿Qué me recomendáis? Muchas gracias.

Pepe

Sin duda, tus plantas tienen oídio, un hongo que crece en la superficie de las hojas y que, si no se trata, acaba por cubrirlas completamente y se extiende también a los cogollos. Si los cogollos se cubren de oídio ya no se deben consumir y hay que tirarlos, por lo que resulta esencial combatir el hongo desde el primer momento. La mejor forma de enfrentarse al oídio es mediante la prevención y la gestión integral de plagas, es decir, la combinación de varios métodos para atacar el problema desde distintos frentes. El oídio prefiere la sombra, el clima húmedo y el aire quieto, por lo que suele aparecer primero en las zonas menos ventiladas, las ramas bajas, los invernaderos y los rincones sombríos. El cultivador debe intentar evitar plantar en lugares con poca circulación de aire, muchas horas de sombra o alta humedad. En la medida de lo posible hay que escoger rincones muy soleados y donde corra el aire. Es muy importante no poner demasiadas plantas en poco espacio, la alta densidad de plantación también favorece al oídio y su propagación. Poda las ramas más bajas y débiles de las plantas y aquellas que toquen el suelo, si el aire circula entre la tierra y las ramas inferiores se reduce la incidencia del hongo. Conviene fumigar las plantas periódicamente con algún fungicida ecológico como el jabón potásico o el bicarbonato potásico, que matará el oídio que encuentre por contacto, pero, además, elevará el pH superficial de las hojas, lo que dificulta la germinación de nuevas esporas de oídio. Otros fungicidas útiles contra el oídio son el bicarbonato sódico y el agua oxigenada. No son tóxicos y se pueden fumigar hasta el último momento, pues carecen de plazo de seguridad.

Jabón potásico

Hay que tener mucho cuidado con los fungicidas químicos o de síntesis, ya que muchos de ellos son sistémicos, es decir, las plantas los absorben y permanecen dentro de los tejidos durante un tiempo relativamente largo. Como no se han hecho pruebas con cannabis, no se sabe cuál es el plazo de seguridad necesario para que el fungicida desaparezca de los cogollos y puede resultar peligroso consumirlos. En mi opinión, lo mejor es evitar los fungicidas de síntesis, al menos durante la floración, pero soy consciente de que muchos cultivadores desesperados frente a una infección intensa de oídio acabarán por probar lo que sea. Mi consejo es pasar de los fungicidas sistémicos en floración y, en todo caso, escoger uno que actúe por contacto y esté aprobado para su uso en horticultura.

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